UNA NUEVA VIDA
Típica foto después de coronar una montaña. Pero hay alguien que no mira a cámara. Baru, una perra vagabunda es, con permiso de la pobre Laika, la perra que más alto ha llegado. Escaló el Baruntse, 7.130 metros de cumbre en pleno Himalaya.
Baru se unió a una expedición turístico-alpinista capitaneada por un guía americano. El grupo iba subiendo y la perra también. Cuando llegó el momento de hacer cima, la dejaron en la tienda. No parecía sensato exponerla a temperaturas de -20ºC sin más abrigo que su pelo de mastín tibetano.
Final feliz para Baru
Pero Baru no se rindió. Recorrió en dos horas la distancia que los humanos habían recorrido en siete y les alcanzó a tiempo de pisar la cumbre con ellos. En el descenso, tuvieron que hacerle un arnés a medida. Baru era una heroína.
Tras la hazaña, Baru fue adoptada por el director del campo base del Baruntse. Vive feliz en Katmandú. De vuelta en Estados Unidos, su compañero recauda fondos para una ONG que cuida perros callejeros en Nepal. Cuenta que le han ofrecido convertir la historia de Baru en una película.
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