UNA PESADILLA PARA ELLA
Marina García, nadadora española, se encontraba en una cena durante su participación en los Mundiales de Hangzhou. De repente, notó algo en su garganta que hizo que alertase a su equipo.
Albert Tubella, entrenador de Marina, relata lo ocurrido: "Marina en seguida se dio cuenta en la cena de que se había atragantado con algo. De inmediato se acercó a la médico del equipo, que estaba cenando conmigo. Nos dijo que tenía un problema, que tenía algo en el cuello. Un hueso bastante grande, por cierto".
El hueso se quedó incrustado de tal manera que no salía y se la tuvo que intervenir quirúrgicamente, algo que la ha tenido 72 horas ingresada.