LLEVA TATUADA LA PALABRA 'FIGHT'
Pelear. Lo lleva grabado en su piel y en su mente. Con 10 años, tuvo frente a frente a un enemigo más duro que el kick boxing: un cáncer linfático, algo que marca. Lo derrotó con entrega y optimismo.
Lágrimas no derramó ni una y ni siquiera las quiso ver en los ojos de unos padres preocupados. De Nadal aprendió que con lucha todo se puede lograr.
Una historia motivadora
Patricia tuvo secuelas de su enfermedad: aplastamiento de varias vértebras y osteoporosis. Pero, aunque parezca mentira, el kick boxing le ayudó.
Su historia motiva aun más a todo el equipo.