LAS DIFERENCIAS, A NIVEL TÁCTICO
No se trata de establecer una guerra de sexos. Cuando se colocan las piezas en el tablero todo, o casi todo, se iguala.
"En el tablero puede ganar cualquiera, no depende del sexo ni del color de piel. Tenemos cualidades distintas, pero eso no nos hace más o menos inteligentes", asegura Carlos Martínez Piqueras, psicólogo de la Federación Española de Ajedrez.
Pero vamos con las desigualdades entre ellos y ellas: "En el ámbito de la mujer, sería dejarse llevar más por esquemas de tipo de juego. Incluso los métodos de entrenamiento, como la memorización de variantes". El volumen de mujeres que compiten a alto nivel es bajo, un 10% por el 90% de los hombres.
El ajedrez en las escuelas es un buen método para la equiparación. Aunque hay una bajada de interés, del sexo femenino, a partir de una cierta edad. Animar a los niños a jugarlo cambiará la situación.