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Artes Marciales

Nayanseh Ayman y la razón que le llevó a aprender Muay Thai: defender a su madre de su padrastro

Nayanseh Ayman empezó en las artes marciales para poder proteger a su madre ante los malos tratos que sufría a manos de su padrastro. "Quería ser fuerte como Muhammad Ali para poder defender a mi madre y que nadie más le ponga la mano encima", cuenta a Antena 3 Deportes.

Lo suyo es una historia de superación increíble, porque la infancia de Nayanseh Ayman no fue ni mucho menos fácil. Nacido en la República del Congo, su madre decidió huir a Europa junto a su hijo en busca de una vida mejor para los dos. Sin papeles, consiguieron aterrizar en Francia e instalarse en un pequeño trastero en París. Era lo que se podían permitir alquilar dado a los pocos recursos con los que contaban.

Entre aquellas cuatro paredes colocaron un colchón y una pequeña ducha de plástico y así vivieron durante año y medio. Un tiempo que le sirvió a Nayanesh para crecer muy rápido. Su madre trabajaba durante todo el día y él tenía que ir solo al colegio con tan solo cuatro años.

"Las profesoras me preguntaban a ver dónde estaba mi madre y yo las tenía que decir que se había tenido que marchar corriendo para que no supieran que llegaba solo", explica el luchador de Muay Thai. Y eso no es lo único que tenía que hacer por su cuenta, también aprendió a manejarse en la cocina: "Con esa edad ya sabía hacer pasta, tortillas francesas, salchichas... incluso planchaba las camisas para ayudar a mi madre".

"Yo intenté defenderla más de una vez y en una ocasión me rompió una costilla de un puñetazo"

Nayanesh Ayman

El tiempo en aquel trastero no fue nada fácil, pero menos lo fue aún cuando su madre conoció a la que hoy en día es su expareja y que resultó ser un maltratador. Se mudaron a vivir con él en su piso y su calidad de vida mejoró, hasta que aquel hombre convirtió el día a día de Nayanesh y de su madre en un auténtico infierno.

El maltrato psicológico derivó en maltrato físico. Las agresiones a él y a su madre eran algo rutinario en la casa: "Mi madre recibía verdaderas palizas. Tenía casi siempre los ojos y la cara hinchados de los golpes. Yo intenté defenderla más de una vez y en una ocasión me rompió una costilla de un puñetazo", recuerda Nayanesh.

Fueron años muy difíciles hasta que un familiar les ofreció la posibilidad de vivir en España. Su madre no lo dudó y se mudaron a Alcorcón lo antes posible, huyendo de su maltratador. Por aquel entonces Nayanesh Ayman se había empezado a interesar por el mundo de los deportes de contacto hasta tal punto que Muhammad Ali se había convertido en una inspiración para él. Quería aprender a luchar para poder ayudar a su madre y se prometió que nadie la volvería a poner la mano encima.

"Ali era mi ídolo. Quería ser fuerte y saber pelear como él, pero yo nunca quise subirme a un ring, lo único que quería era poder defender a mi madre para que nadie la volviese a maltratar nunca", confiesa Nayanesh Ayman.

"Quería ser fuerte como Muhammad Ali para poder defender a mi madre"

Nayanesh Ayman

No era su intención, pero su entrenador le vio potencial y vaya que sí se subió al ring. Nayanesh se ha convertido en uno de los mejores luchadores de muay thai. Desde el año 2019 representa a la selección española en los campeonatos mundiales y europeos. En ese mismo año hizo historia en las artes marciales, consiguió para España la primera medalla mundial de categoría élite de la historia de nuestro país. Lo hizo en el IFMA World Championship de Bangkok, logrando así poner el broche de oro a un sueño que comenzó hace varios años.

Nunca imaginó que a día de hoy, a sus 34 años, iba a tener su propio gimnasio de muay thai en Alcorcón, donde imparte clases al mismo tiempo que compite a nivel profesional. Este verano tiene pendientes tres peleas en Tailandia, cuna de las artes marciales y donde vivirá durante tres meses, antes de volver a concentrarse con España para los campeonatos europeos del próximo mes de noviembre.

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