Atletismo
El atleta keniano, medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Atletismo de 2017 (800 metros). ingresó en un hospital de Bomet, al oeste de Kenia, con un fallo hepático y renal. Nueva muerte en el atletismo africano en un 2024 negro.
El 2024 está siendo un año negro para el atletismo africano y, en concreto, el de Kenia, país donde este deporte es como una religión y desde donde nacen campeones olímpicos y mundiales del medio fondo y del fondo casi cada año. La última muerte confirmada de un atleta de ese país africano es la de Kipyegon Bett, medallista en el Mundial de Atletismo de Londres de 2017 (bronce en 800 metros), que fallecía el pasado domingo a raíz de una fallo multiorgánico. Nacido el 1 de febrero de 1998 en el Condado de Bomet, en pleno Valle del Rift, Bett llevaba enfermo el último mes y, tras un empeoramiento, ingresó en un hospital donde acabó falleciendo.
"Había caído enfermo y se estuvo quejando de dolores en el estómago durante un mes. Los médicos dijeron que tenía un problema en el hígado y estuvo entrando y saliendo del hospital. La semana pasada le llevamos al hospital después de haber empezado a vomitar sangre y le ingresaron. Le vi el domingo por la mañana y me dijo que le dolía. Le dijo a nuestro padre, que es pastor, que rezáramos por él porque sentía que no podía sobrevivir y después del mediodía murió. Intentamos todo para salvarle, pero nos dejó. Es muy doloroso", indicó su hermana, la también atleta Purity Kirui, en declaraciones a BBC Sport África.
"Había problemas en lo riñones, pero los médicos notaron que su hígado también estaba dañado. Estos dos órganos estaban fallando", señala Purity Kirui a la agencia AFP.
El medio 'Nation Africa' detalla que Kipyegon Bett murió el pasado domingo a las 12:40 horas en el Hospital Tenwek, en el condado de Bomet, donde había ingresado el pasado lunes. El citado medio informa que el atleta keniano estuvo vomitando sangre durante un tiempo por los problemas que sufría en el hígado y otros órganos internos.
Kipyegon Bett pasó a ser una promesa del atletismo mundial después de lograr el oro mundial junior en los 800 metros lisos en Bydgoszcz (Polonia). Un año después, como recuerda Runner's World, lograba la medalla de bronce en el Mundial absoluto celebrado en Londres, Reino Unido. Su ascensión meteórica en el atletismo se frenó en 2018, cuando fue suspendido durante cuatro años tras dar positivo por EPO en un control antidopaje.
"Cuando Kipyegon fue castigado empezó a beber mucho, no comía bien y sufrió depresión. Intentamos ayudarle a que dejara de beber, pero siempre que le queríamos llevar a rehabilitación, desaparecía de casa durante días", recuerda Purity Kirui a BBC Sport África.
"Intenté que volviera al atletismo cuando terminó su prohibición y le compré ropa y zapatillas para ello. Y antes de su muerte pensamos intentar llevarle una vez más a un centro de rehabilitación en Kisumu", asegura Kirui.
El 2024 ha sido un Annus horribilis para el atletismo en África y en Kenia. En febrero de 2024 se confirmaba la muerte en un accidente de tráfico de Kelvin Kiptum, la gran estrella del atletismo mundial y plusmarquista de maratón.
Y, la semana pasada, unas hora antes de la muerte de Bett, la policía keniana informaba del hallazgo del cuerpo sin vida de Clement Kemboi, atleta africano de 32 años, colgado de una cuerda atada a un árbol en una escuela en la localidad de Iten, la capital del condado de Elgeyo-Marakwet, en Kenia, su país natal.
Hace un mes también trascendía el terrible asesinato de la atleta ugandesa Rebecca Cheptegei, a quien su pareja roció con gasolina antes de prenderle fuego. El suceso tuvo lugar en el condado de Trans Nzoia, en el oeste de Kenia, desde donde la atleta fue trasladada de urgencia al Hospital Universitario y de Referencia Moi. Tras varios días en cuidados intensivos con el 80% de su cuerpo con quemaduras, la atleta olímpica, de 33 años, fallecía.
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