Culturismo
El deportista australiano no pudo recibir ayuda durante 15 horas al estar cerrada su ducha con llave.
El mundo del culturismo sigue 'recibiendo' noticias trágicas prácticamente a diario. La última llega desde Australia, dónde el culturista Giuliano Pirone ha muerto a los 33 años dos semanas después de desplomarse en la ducha de un gimnasio y no poder recibir ningún tipo de auxilio durante 15 horas.
El deportista australiano sufrió un desvanecimiento el pasado 20 de agosto mientras se duchaba a puerta cerrada en un gimnasio de Wanneroo, en la ciudad de Perth.
Tal y como informa el 'Daily Mail', Pirone, que se encontraba preparando su próxima competición, habría sufrido una lesión cerebral mientras tomaba una ducha y cayó desplomado con la mala suerte de que nadie pudo auxiliarlo durante 15 horas seguidas al ser una ducha cerrada con llave.
Pasado ese tiempo y después de que su madre denunciara su desaparición apareció la policía local y encontró al deportista de 33 años tirado en el suelo de la ducha mientras seguía cayendo el agua fría. Pirone fue trasladado inmediatamente a un hospital en el que permaneció dos semanas inconsciente y conectado a un respirador artificial. Hace unas horas se confirmó su fallecimiento.
"Estoy estupefacta, mi hermoso hijo estuvo 15 horas tirado en el suelo (con la cabeza destrozada) y nadie se dio cuenta"
Su madre, Daniela Pirone, atendió a 'ABC Radio Perth' para hablar de lo sucedido y criticar el hecho de que su hijo no pudiera recibir ayuda durante 15 horas seguidas: "Fue muy raro, completamente fuera de lugar. La policía tuvo que irrumpir, lo encontraron en la ducha y estaba inclinado en el suelo desplomado... Estaba sólo, mi hermoso hijo estaba sólo en ese suelo inclinado, colapsado (y se había destrozado la cabeza) durante unas 15 horas y nadie se dio cuenta de nada. Estoy estupefacta", lamentó.
Daniela se quejó de que nadie pudiera atender a su hijo durante tantas horas seguidas, y es que el deportista se encontraba entrenando en un gimnasio que abre las 24 horas y que no cuenta con personal. Pese a todo, el fallecimiento de este culturista australiano podría abrir el debate de la seguridad en los gimnasios y el control de todos y cada uno de sus usuarios dentro del recinto.
"Nunca volveré a mirar el Sol, la Luna y el cielo de la misma manera, la luz que brillaba me ha dejado", dijo emocionada su madre al medio australiano.
Desgraciadamente, esta misma semana volvió a perder la vida otro culturista, esta vez uno de 19 años, Matheus Pavlak, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado por los bomberos en el domicilio de este en Blumenau, municipio brasileño situado en el estado de Santa Catarina. Pavlak fue un ejemplo de lucha contra la obesidad, enfermedad que padecía desde pequeño y que consiguió superar con esfuerzo y ética de trabajo.
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