Fórmula 1
La espectacular y primera victoria de Carlos Sainz en la Fórmula 1 ha llegado en Silverstone pero 2 horas antes de que el español alzara los brazos, su compañero de profesión Guanyu Zhou estuvo a punto de perder la vida tras sufrir un espectacular accidente en la salida.
Zhou salió por la izquierda, Tsunoda se metió por el medio y Russell, desde la izquierda, dio un volantazo e impactó con el Alfa Romeo del chino, que salió disparado a gran velocidad y que rodó bocabajo durante unos 100 metros hasta estamparse contra una pared.
Un accidente espeluznante
La carrera se suspendió inmediatamente y no se reanudaría hasta una hora después. El accidente daba miedo verlo pero los que no estuvieron atentos no se percataron de la gravedad del golpe hasta que la realización emitió las imágenes, unos 20 minutos después de la bandera roja, cuando ya se supo oficialmente que el piloto estaba fuera de peligro.
Hasta ese momento la incertidumbre se adueñó del paddock y de las gradas, nadie sabía como estaba Zhou. Mientras tanto, se emitían imágenes de los coches que ya habían abandonado al verse involucrados en ese accidente: el propio Zhou, Albon y Russell. Los coches de Ocon y Tsunoda quedaron dañados pero fueron reparados a tiempo.
Sin el halo, Zhou seguramente estaría muerto
Afortunadamente las primeras noticias eran muy alentadoras, el piloto de Alfa Romeo estaba consciente e iba a ser llevado a un hospital, poco después se hizo oficial y se retransmitieron las imágenes de la salida, daban miedo, mucho miedo.
El coche estuvo bocabajo y a más de 150 km/h durante al menos 5 segundos, sin el halo el piloto habría muerto, sin embargo, gracias a los avances de seguridad en F1 salió completamente iluso, incluso fue dado de alta en medio de la carrera.
Zhou ha vuelto a nacer hoy en el circuito de Silverstone, al igual que lo hizo Grosejan hace dos años, el halo es el nuevo salvavidas de los pilotos.