Fórmula 1
"Estamos delante de Ferrari, que venían de Mónaco de repente a ganar el Mundial", analizó el español tras acabar sexto en Canadá.
Fernando Alonso (Aston Martin) aseguró este domingo después de acabar sexto el GP de Canadá que fue una carrera "fea de conducir porque por las condiciones de la pista nunca se podía ir al límite", pero dijo que esa sexta plaza es "un buen botín".
"Teníamos marcado que iba a ser un circuito favorable para lo que ofrece el coche este año y cuando llegamos vimos que éramos más competitivos", comentó el español. Subrayó asimismo la dificultad de "leer bien" el circuito y que por eso mismo se va "contento" de Montreal.
Alonso señaló que "ojalá" pueda dar "una bonita sorpresa" en el Gran Premio de España, el próximo del campeonato, aunque incidió en que el de Barcelona no es un circuito que tengan "marcado en el calendario". Señaló, no obstante, que quizá un par de piezas nuevas les den alguna mejora.
El bicampeón del mundo explicó que el GP de España es uno de los circuitos "reguleros", aunque se aferró a poder "encontrar algo" para mejorar tras una carrera en la que aguantó 25 vueltas al británico Lewis Hamilton (Mercedes): "Un poco simbólico, porque tarde o temprano" iba a adelantarle en pista.
"El circuito tenía de ancho dos metros, porque fuera de la línea seca podías chocarte, y la verdad es que todas las vueltas han sido diferentes, con tiempos y distancias distintas y condiciones extremadamente difíciles", analizó Alonso.
El sexto puesto no fue un mal resultado, sobre todo viendo que han quedado por delante de equipos que venían muy fuertes: "Pero bueno, estamos delante de gente buena, ¿no? Delante de Pérez, delante de los dos Ferrari, que venían a ganar el Mundial de repente después de Mónaco y todas estas cosas. Así que vamos poco a poco a hacerlo lo mejor posible, pero nos queda mucho camino y estas dos décimas hoy duelen un poco más", concluyó Fernando.
Fue un fin de semana movidito para el asturiano en el Gilles Villeneuve. Ya durante los entrenamientos libres 2 de la sesión del viernes fue protagonista uno de los grandes momentos junto a Charles Leclerc y su Ferrari "sin espejos retrovisores".
En medio del caos de la meteorología, con lluvia y la dificultad para realizar una vuelta óptima, el español de Aston Martin estaba lanzado para lograr uno de los mejores tiempos.
El encuentro entre Fernando Alonso y Charles Leclerc ha ejemplificado la tónica de pilotos que estaban en vuelta y no podían hacerla por toparse con tráfico en pista.
"Charles Leclerc es la persona más lenta en esta última curva", explicaba Alonso a su equipo por radio tras casi chocar con el monegasco. "Va sin espejos retrovisores, típico de los Ferrari", decía el bicampeón de F1 asturiano en tono sarcástico.
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