Fórmula 1
Esto es lo que pasa cuando Max Verstappen, el actual campeón de la Fórmula 1, conoce al rey del 'drifting'.
Max Verstappen es bicampeón del mundo de Fórmula 1 y este 2023 va camino de su tercer entorchado. El neerlandés va tan sobrado en el Mundial que tiene tiempo para otras locuras. Recientemente, Max ha recibido una clase de drifting de del legendario 'Mad' Mike Whiddett. Tras recibir unas indicaciones, el piloto de Red Bull se puso al volante del Mazda RX-7 de 600 CV de 1992, conocido como MADBUL. Vaya combinación: el mejor piloto del mundo junto al rey del drifting.
"Aquí y allá derrapo un poco en mi coche de F1, pero no como lo que vamos a hacer hoy, pero vamos a ver si las habilidades que he aprendido a lo largo de los años pueden ayudarme", apuntaba el piloto de Red Bull. "He conducido coches GT y he pilotado coches de rally, pero todavía no un coche de drift".
En primer lugar, Mad Mike hizo que Verstappen manejase algunos donuts, luego algunos 8s, y finalmente un Scandi Flick. "No se puede comparar, es tan diferente... esto está configurado para ir de lado, lo contrario que nuestros coches, configurados para pegarse al suelo. Aquí sigues acelerando y las ruedas van contigo".
Verstappen pronto se hizo con las técnicas de paso por curva para dar la vuelta al circuito en una neblina de neumáticos humeantes. Para el desafío final, Mad Mike colocó un arco de 100 metros formado por diez recortes de cartón del director del equipo Red Bull Racing, Christian Horner.
Acostumbrado a recibir órdenes de gestionar neumáticos, esta vez tenía que aprovechar... y Verstappen se lo pasó como un niño quemando rueda. El campón del mundo no se aleja del sonido de un motor ni en vacaciones. Se atrevió con diferentes pruebas él solo. Menos mal que aquí no había sanción; una paradita en boxes y a seguir. Max disfrutó y demostró que a él cualquier volante le vale.