Fórmula 1
El piloto neerlandés sumó una nueva victoria en el GP de Austria y se permitió el lujo de parar a dos vueltas del final para montar neumáticos blancos y aarebatar a Checo Pérez la vuelta rápida. ¿Una maniobra arriesgada e innecesaria o una muestra de su insaciable competitividad?
El dominio de Max Verstappen en el Mundial de Fórmula 1 es ya una auténtica tiranía. El piloto neerlandés de Red Bull sumó en el GP de Austria su séptima victoria en nueve carreras y ya aventaja en 81 puntos a Checo Pérez y en 98 a Fernando Alonso. Mad Max se ha adjudicado la victoria en las últimos cincos grandes premios y no se ha bajado del podio en lo que va de temporada: su peor resultado fueron los dos segundos puestos en Arabia Saudí y Azerbaiyán...
Este domingo volvió a ver el primero la bandera a cuadros en el Red Bull Ring y lo hizo con su habitual superioridad respecto a sus rivales. Tal fue su dominio que Max Verstappen se permitió el lujo de parar a dos vueltas del final para calzar los neumáticos blandos y arrebatar la vuelta rápida a su compañero Checo Pérez, con lo que sumó un punto extra en el Mundial. Pero para muchos esa decisión fue demasiado arriesgada, ya que Mad Max aventajaba antes de la parada en 23 segundos a Charles Leclerc. Y es que el tiempo medio perdido por una parada en el GP de Austria se cifra en unos 20 segundos. ¿Qué habría pasado si hubiera ocurrido un problema al cambiar una rueda?
Antonio Lobato ofreció su opinión tras la carrera y cuestionó que Red Bull permita a sus pilotos decidir este tipo de cosas.
"Lo que no puede ser es que sea el piloto el que decida estas cosas. No puede ser, no debe ser... Lo que pasa que Red Bull está acostumbrado a dejarle hacer a sus pilotos líderes lo que quieran, caso de Vettel en el pasado, caso de Max Verstappen ahora, y asumen esto", explicaba Antonio Lobato.
"Oye, que ole sus narices, lo bueno que es el tío, lo bueno que son los tíos haciendo el pit stop, pero ¿y si sale mal y pierdes una victoria? Que se puede permitir el lujo de perderla, una o dos... ¿Por un punto lo arriesgas todo?", reflexionaba Antonio Lobato.
"Hagamos que corra con la mano atada a la espalda y así a lo mejor conseguimos algo. Pero por un punto arriesgar todo lo que tenían...", resumía Lobato sobre esa acción y la tremenda superioridad del neerlandés en el Mundial de F1.
Lo cierto es que la acción ha generado un amplio debate en la Fórmula 1. Muchos consideran que no era necesario arriesgar una victoria por lograr la vuelta rápida y otros opinan que la ambición de Mad Max es lo que le lleva a protagonizar este tipo de acciones, algo similar a lo que ocurrió en el GP de Arabia Saudí.