Motociclismo
La vida de Kenny Noyes cambió de forma drástica hace siete años, cuando un grave accidente le dejó dos meses en coma. Al despertar, el piloto estadounidense no podía ni andar, ni comer, ni hablar. Ahora, con un hijo de seis meses, sigue su lento proceso de recuperación para poder acompañar a su hijo en sus primeros pasos.
De ser campeón de España de Superbikes en 2014 a no poder casi ni caminar. El piloto de motos Kenny Noyes tiene dos vidas desde el accidente que sufrió en 2015 en Alcañiz.
Kenny nació en Barcelona y su vida eran las motos hasta que un accidente hace siete años le dejó dos meses en coma profundo. Cuando despertó ya era otro, ni siquiera podía hablar. Ahora tiene un hijo de seis meses y quiere que cuando empiece a andar él pueda acompañarlo.
Kenny Noyes recuerda el drástico y radical cambio que sufrió su vida tras el accidente de 2015.
"Mi moto dio contra unos neumáticos, rebotó y me dio en la cabeza. Fue difícil sobre todo el inicio, hasta que lo acepté. Eso era otra vida que ha pasado", explica Noyes a Antena 3 Deportes.
"Mentalmente era como un niño pequeño, no podía hacer nada"
"Mentalmente era como un niño pequeño, no podía hacer nada", recuerda Kenny Noyes a Antena 3 Deportes.
Andar, hablar o alimentarse. Su cerebro estaba dañado tras el accidente en superbikes del 2015 y tuvo que resetear y comenzar desde cero. Pese a todo, Noyes asegura que se siente afortunado de haber salido con vida de esa caída.
"Hay posibilidad de salir para adelante"
Gracias al apoyo de su familia, y a las donaciones, Kenny Noyes puede costearse los gastos de su recuperación. Una historia que Kenny ha llevado al papel, escribiendo un libro sobre su dura experiencia vital.
"Ayudará a la gente que esté pasando algo parecido a lo que yo tenía, y a sus familias. Porque hay posibilidad de salir para adelante", afirma Noyes.
Ahora Kenny Noyes tiene un hijo de seis meses y quiere que cuando empiece a andar él pueda acompañarlo. Y es que el pequeño Karter es el motor de Kenny Noyes.
"Lo que más miedo me da es no poder recuperarme lo suficientemente rápido para andar con mi hijo. Ahora más o menos hablamos igual", bromea Kenny.