Fórmula 1
El asturiano ofreció uno de los mejores adelantamientos de la temporada para firmar su podio 106 en la F1 en una batalla épica ante Checo Pérez en Interlagos. Así lo vivió el propio Fernando Alonso.
Fernando Alonso regaló otro momento mágico a los aficionados a la Fórmula 1, un adelantamiento brutal a Checo Pérez que hizo vibrar a todo el trazado de Interlagos y que dejó claro que a sus 42 años le queda cuerda para rato. El ovetense se invento un adelantamiento por el exterior a Checo Pérez para asegurar un nuevo podio en el GP de Brasil, el 105 de su carrera.
El propio Fernando Alonso bromeó tras su carrerón en Brasil y desveló su conversación con el mexicano de Red Bull.
"Me dijo que buena carrera, que se había divertido, que había sido muy limpia la lucha y que enhorabuena, que ojalá tengamos más. Y le dije que nunca jamás se le ocurra ponerme bajo esa presión, que ya tengo una edad", bromeó el asturiano.
Fernando Alonso reconoció que "lo tenía controlado" pero terminó sufriendo para imponerse a Sergio Pérez ( Red Bull) por milésimas.
"Un poco más tranquilo de lo que se vería desde fuera, seguramente. Tenía que reservar un poco de gasolina y neumáticos. Iba controlando, pensé que 'Checo' iba a estar 10 vueltas detrás mío y después iba a abrir hueco, como abrí con el neumático medio", explicó Alonso en declaraciones a Dazn.
El bicampeón del mundo volvió a dejar una carrera para la historia en Interlagos con una resistencia épica al ataque de Sergio Pérez, un Red Bull con más de 20 kilómetros por hora más que su Aston Martin que le llegó a pasar en la penúltima vuelta.
"Cuando faltaban cinco vueltas empecé a tirar y en vez de abrir hueco vi que se juntaba cada vez más, no me salían las cuentas. Cuando me adelantó a dos vueltas del final dije 'cuarto, es lo que hay, vamos a asegurar'. Me resigné porque me fui por fuera en la seis, pero se fue él un pelín largo en la 1. No sabía ni si faltaba una vuelta o dos. Pasamos rueda con rueda. Parecía que lo tenía más controlado, pero no era así", admitió Alonso.
"Han sido tres semanas duras, hay que ser sinceros. Llegamos a Austin no preparados del todo, abandonamos. En México éramos superlentos, y otro abandono. Este triplete de carreras, con el cansancio, con la reparación de ayer, el equipo se merecía una alegría. Tercero y quinto, un poco inesperado pero nos da moral para las últimas carreras y para el año que viene también", concluyó Fernando Alonso.