GP de Brasil de F1
El español pasó 53 milésimas antes que el mexicano y terminó tercero tras adelantar al Red Bull de Checo a falta de una vuelta y después de que este le pasara minutos antes tras 16 giros intentándolo. Final histórico en la 18º victoria de Max este año. Sainz sexto.
42 años y nos ha hecho vibrar como hace 20. Lo de Fernando Alonso Díaz no tiene ningún tipo de sentido, ha pasado de dos abandonos seguidos, a luchar y ganar a un Red Bull para subirse en Brasil al podio por octava vez en la temporada en uno de los mejores finales de la temporada.
El de Aston Martin aguantó como un jabato 15 vueltas con la agobiante presión del mexicano, que estuvo siempre a 1'5 segundos o en zona de DRS y le pasó a falta de una vuelta, pero un campeón no lo es por conformarse con un cuarto puesto. 'Magic', mientras Verstappen pasaba por línea de meta, vio una pequeña puerta abierta y se lanzó como un animal a por el Red Bull consiguiendo ponerse por delante en una acción que casi termina con la carrera de ambos, y no, esto no terminó ahí. Quedaban dos curvas y Checo estaba completamente pegado al alerón trasero del Aston, salía con mucha más velocidad y estuvo a 4 metros de pasarle, 53 milésimas antes cruzó Fernando la línea de meta. Uno de los finales más increíbles que se recuerdan, y sí, 'solo' era un tercer puesto lo que estaba en juego. Pero para el 'Nano' y su escudería era volver a nacer.
Un año más, Interlagos volvió a deleitar a millones de aficionados de la Fórmula 1. La primera sorpresa, y de las gordas, llegó... en la vuelta de formación. Leclerc perdió el control de su Ferrari y terminó contra el muro cuando iba a salir segundo. "¿Puedo tener más mala suerte?", dijo el monegasco. Aunque el lío morrocotudo llegaría en la salida: Norris voló del sexto al segundo, Aston Martin salió mal (Alonso perdió una y Stroll dos) y Albon y Magnussen se tocaron en los primeros metros provocando la bandera roja nada más empezar.
Arriba lo de siempre, Max en su mundo y Norris, con mucho ritmo pero lejos del neerlandés, amarró una gran segunda plaza. Por detrás fue donde estuvo lo realmente interesante y es que Fernando Alonso y Lance Stroll disfrutaron de una carrera de las de antaño, ritmazo en ambos Aston Martin y el español luchando de tú a tú con el Red Bull de Pérez mientras el canadiense lo hacía con el Ferrari de Sainz.
Desde su segunda gran resalida, el bicampeón del mundo estuvo en posiciones de podio y más reales que nunca, no fueron las circunstancias de carrera las que le pusieron ahí sino el ritmo puro y duro. Checo fue el gran rival de 'Magic' por el podio y la batalla fue digna de la calidad de ambos pilotos. 15 vueltas de pura agonía que terminaron cayendo del lado del ovetense pero que pudo ser al revés o incluso llevando a ambos pilotos al césped o incluso al muro.
Carlos Sainz fue sexto en una buena carrera del de Ferrari, único piloto de la escudería en carrera tras el accidente de Charles en la vuelta de formación, el español no pudo optar a más y volvió a minimizar daños en Ferrari.