Coronavirus
Es el día a día para cada vez mas personas. Son las llamadas colas del hambre. Las consecuencias de la pandemia de coronavirus les ha traído hasta aquí: "Antes de la pandemia mi mes a mes lo llevaba. Tenía mi trabajo y se iba bien".
Es vivir en el día a día, sin saber qué pasará mañana: "Muy mal, porque no sabes si vas a poder al día siguiente tener para pagar o no... tener para comer o no".
Y este es el perfil que cada vez más engrosa estas filas: "Hay gente que jamás se imaginó que estaría en esta situación, en una cola pidiendo de comer", señala a Antena 3 Deportes Alfonso Jiménez de 'El Legado de María de Villota'.
Trabajos estables que han desaparecido de la noche a la mañana: "Soy electricista, no tengo trabajo y no me queda otra".
Y por eso la labor del legado de María de Villota es tan importante: da de comer todos los días. Y lo dicen ellos mismos. Ojalá llegue pronto el día en el que se queden sin hacerlo. Pero mientras tanto, aseguran, aquí estarán.
Murió en 2013
María de Villota, la primera española en llegar a la Fórmula 1, puso en marcha su proyecto solidario en 2012, después del accidente que le hizo perder la visión en el ojo derecho: "Antes solo me veía encima de un coche compitiendo y no veía lo que era realmente importante en la vida. Te das cuenta que ves más que antes".
Un año después las secuelas del accidente le provocaron la muerte, pero el 'Legado María de Villota' ya era una realidad, ahora, liderado por su padre, es más importante que nunca para los más necesitados en Vallecas.
"Antes de que empezara la pandemia se atendía a 250 personas en el comedor y ahora en el pico más alto de la pandemia se han llegado a superar las mil personas", nos cuenta Emilio de Villota.
María en su libro 'La vida es un regalo' ya dijo que no iba a dejar de lado a los que gritan en silencio por su ayuda: "De lo que yo pueda hacer, algo tengo que cambiar".
La comida la entregan en la Parroquia de San Ramón Nonato: "Tiene un significado especial. María descansa aquí y nos sirve un poco de ánimo, de esperanza, de emoción", explica Emilio.
De esta manera María, desde el cielo, ayuda a diario "todos los días, porque el hambre no descansa", señala su padre.