Coches antiguos
Son vehículos de 1920, de los inicios de la industria del automóvil, pero suben cuesta arriba como si fueran del siglo XXI. El escenario es la escarpada ladera de una mina de pizarra en Inglaterra. Coches antiguos, que dan el máximo de sus prestaciones, para llegar a lo más alto, en un reto que sería un sufrimiento hasta para los automóviles de hoy en día.
La escarpada ladera de una mina de pizarra en Honister, Inglaterra, es el escenario por el que discurren los coches antiguos participantes en este evento. Son vehículos de 1920, de los inicios de la industria del automóvil. Lo sorprendente es que sean capaces de subir, porque no están preparados para un prueba tan dura, y en muchos casos, con cuatro ocupantes en el coche, lo que hace casi imposible la subida. La solución es saltar dentro del vehículo para generar más agarre en las ruedas traseras, que son las motrices en todos los coches de esa época.
"Esto es mucho más divertido que conducir por una carretera normal" || Francis Fernández, Periodista de motor
El periodista experto en información del motor, Francis Fernández, admite que para los conductores "esto es mucho más divertido que conducir por una carretera normal".
Además se trata de un país donde hay una cultura en torno a los coches antiguos que no tenemos en España. Aquí, dice Francis, "esos automóviles los guardamos como oro en paño, lo mueves muy poquito, en cambio los ingleses se pueden permitir sacarlos y disfrutar de ellos de esta manera".
Esto se debe a que en el Reino Unido existe una industria detrás de estos coches para suministrarles recambios y piezas, iguales que las de hace cien años, con las mismas características, pero con mucha más calidad gracias a la tecnología actual. Incluso los principales fabricantes de neumáticos elaboran partidas específicas para este tipo de automóviles. Y no solo neumáticos, porque tras semejante esfuerzo los coches bajan de la mina directos al taller, bien que sean reparados, o como mínimo, para volver a ser puestos a punto.
La de este año ha sido la 53ª edición y como en las anteriores, con gran éxito de publico y de participación en un acontecimiento de los más espectaculares que se pueden vivir en el mundo del motor y en un lugar único, la última mina de pizarra que sigue en funcionamiento en Inglaterra.