GP de Brasil 2023
La escudería inglesa regresa a la parte alta de la parrilla tras una gran qualy en Interlagos que terminó con bandera roja en la Q3. Aston saldrá en segunda fila el domingo y Sainz 9º.
La lluvia brasileña ha traído luz y calidez a la nube en la que anidaba Aston Martin en las últimas semanas. Como equipo, los de Mike Krack han tenido la mejor qualy de la temporada (Stroll 3º y Alonso 4º), por detrás de Verstappen (1º) y Leclerc (2º). Sainz, con una extraña 'estrategia' de Ferrari en Q2 y una mala vuelta en el único intento que tuvieron todos en Q3, solo pudo ser octavo. A falta de 4 minutos para la Q3 cayó la mundial y se suspendió la sesión.
El último finde formato sprint de la temporada comenzó calentito, como habitúa Brasil y este fantástico circuito de Interlagos donde siempre pasa algo. Sainz y Alonso apuntaban alto tras buenas sensaciones en los Libres 1, la lluvia amenazaba Sao Paulo y la qualy se retrasó 15 minutos. Coctel perfecto para que la clasificación atrajera todas las miradas.
La previsión de la lluvia obligó a salir a toda la parrilla para buscar una buena vuelta que meterse en el bolsillo. Hasta el último segundo de la Q1 tuvieron que esperar pilotos como Alonso, Sainz, Hamilton y Norris para meterse en la Q2. Todos estos gastaron un segundo juego de blandos, la mayoría de los coches estaban en 3-4 décimas por el poco recorrido del circuito, apenas 4'3 kilómetros. Locura en Interlagos y quedaba lo mejor. Cayeron Sargeant y los dos Alpha Tauri y Alfa Romeo.
La calma meteorológica llegó en la Q2, la lluvia preocupaba en los garajes pero seguía sin llegar. Pocas sorpresas hubo en esta sesión, todo muy ajustado pero sin eliminaciones llamativas, los favoritos pelearían por la pole. Fuera Albon, los Haas y ambos Alpine. Stroll y Alonso en Q3, algo que evidenciaba la mejora respecto a México, y eso que no traían avances para Brasil. Ya llovía menos. Y lo mejor para ellos estaba por llegar.
En la lucha por la pole el cielo ahora sí que fue protagonista, el techo encapuchado y negro de Sao Paulo volvió a encender las alarmas en los equipos y el más listo esta vez fue Aston Martin, que puso a ambos coches en los primeros puestos del pitlane.
La qualy se iba a disputar a una vuelta porque las primeras gotas estaban al caer. Fue cuestión de minutos que el trazado se convirtiera en un riachuelo. Bajo la presión se impuso Verstappen, por delante de Leclerc... y de los dos Aston, ahora sí, por fin una qualy le sonreía a los ingleses, que terminaron con Stroll tercero y Alonso cuarto, a 17 milésimas del canadiense. Voló el monoplaza verde, solo superado por un Ferrari y el implacable Max. Ambos saldrán en segunda fila el domingo y un buen puñado de puntos de los dos vendría como anillo al dedo tras varios Grandes Premios donde no salía nada.
No fue el día de Sainz, de Mercedes, ni de los McLaren (Norris 7º y Piastri último tras salirse de la pista en su único intento). Pérez, de nuevo, por una cosa o por otra, noveno, no levanta cabeza el mexicano. Mañana día de sprint, con la qualy y después la carrera, otra oportunidad para que Aston pueda pescar algo en un circuito que parece perfecto para sus prestaciones. ¡Qué viva Interlagos!