Motociclismo
Un festival de velocidad y sufrimiento: de los 1.500 participantes, solo acaba la prueba el 1%.
Red Bull Erzbergrodeo es la segunda ronda de una serie de campeonatos mundiales en una disciplina conocida como 'Hard Enduro', que combina los elementos más extremos de las principales disciplinas de las carreras de motos off-road: la alta velocidad, las largas distancias y las habilidades técnicas.
Casi el 99% de los participantes, que son una mezcla de aficionados y profesionales, no llegan a la meta. A pesar de tener las mejores habilidades del deporte y asistir bien preparados, los participantes deben superar uno de los recorridos más difíciles diseñado por Karl Katoch, quien ha estado diseñado las dificultades del camino, lleno de rocas, bosques y ascensos imposibles, durante 20 años.
Esta carrera se ha celebrado en una mina de hierro activa en el sureste de Austria, donde se inventó el término 'enduro extremo'. Son cuatro días de condiciones desafiantes que ponen a prueba a más de 1.500 participantes de los cuales solo el 1% termina la prueba.
Conocida como una carrera de agotamiento extremo, casi de cuatro horas con 27 puntos de control y tiempo limitado el último día, subiendo y bajando de hierro de 1400 metros. Es una prueba que exige mucho pero también se convierte en un reto personal para ver quién puede acabar la carrera dentro del límite de tiempo.
El piloto alemán, Manuel Lettenbichler, fue el más rápido de este año de los 8 participantes que terminaron: "Es una carrera tan intensa y tantas secciones físicas y técnicas. No hay tiempo para relajarse ni un segundo. Más o menos todo es super difícil", afirma el piloto alemán, quien ha ganado las tres últimas ediciones. "Me siento muy bien en una bicicleta, definitivamente estoy en la cima de mi carrera. Sé que llegará un punto en el que ya no estaré en la cima, pero por ahora, estoy tratando de disfrutar de todo", explica.
Algunos pilotos nunca antes habían participado en esta carrera. Uno de ellos fue Carson Brown, quien probó suerte por primera vez. Sin embargo, este piloto estadounidense no llegó a terminar la carrera porque se agotó el tiempo después de haber completado más del 30% del recorrido: "Desafortunadamente, me quedé sin gasolina y me dio un calambre tan fuerte que, incluso si no me hubiera quedado sin gasolina, probablemente me habría parado de todos modos", dice Carson Brown.
"Todas las personas en los boxes, el aroma de la carrera, la gente de aquí es una locura"
"Estar aquí en las trincheras y aprender fue genial; todos se ayudan entre sí. En pocas ocasiones tuve mi moto encima de mí o simplemente no pude llevar la moto a ningún laso físicamente, y los chicos me ayudaron, así que un enorme agradecimiento para ellos", analiza Brown.
Esta carrera tan complicada y con numerosas dificultades se repetiría más tarde en Red Bull Hardline, una prueba definitiva pero esta vez con 1800 km de distancia, una de las carreras de ciclismo de montaña más dura del mundo, que también se celebró su aniversario en el valle Dyfi en Gales, "El ambiente en general es una locura. Los fanáticos en todas partes, están en las secciones más difíciles, animándote, dándote siempre palabras de aliento", confirma Brown.
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