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Montañismo

Un montañero logroñés salva su vida haciendo un agujero en la nieve

La niebla impidió a José Miguel Arambarri regresar de su travesía en la Laguna Verde en Soria y aguantó resguardado toda la noche a temperaturas de -10º hasta que la Guardia Civil le encontró a la mañana siguiente: "Tenía que aguantar 12-13 horas de frío".

José Miguel Arambarri, logroñés de 46 años, jamás pensó que "un día tranquilo de paseo" con raquetas por la nieve casi le cuesta la vida. En la tarde del pasado domingo, cuando se encontraba en la zona de la Laguna Verde en Soria, la niebla se le echó encima y no pudo regresar. Al ser un montañero experimentado sabía cómo actuar, por lo que cavó un agujero en la nieve de unos 40 centímetros donde pasar la noche a temperaturas de 10 bajo cero. Su móvil se congeló y se perdió su rastro. El dispositivo de búsqueda de la Guardia Civil comenzó por la tarde y acabó a las 9:30 de la mañana, cuando el helicóptero le localizó sano y salvo.

"Tengo un agradecimiento muy grande", cuenta a Antena 3 Deportes. El riojano inició su ruta a las 10:30 en el Punto de Nieves Santa Inés, en la provincia de Soria. Se fue solo, mientras que su hermano y otro compañero optaron por otro camino. En hora y media llegó a la Cima del Castillo de Vinuesa y quiso continuar por el paraje de la Laguna Verde. Entonces comenzaron los problemas con la niebla que le impidió ver"dónde estaba" y además: "En esas temperaturas el teléfono no funciona muy bien. Cuando me empezó a hacer cosas raras me di la vuelta y al poco el teléfono murió por congelación".

"Lo primero era no congelarme y estuve moviendo los dedos todo el rato"

José Miguel Arambarri

Sin embargo, previendo lo que podía ocurrir, el montañero riojano había mandado un SMS y un WhatsApp a su hermano con su localización avisándole que cambiaba la ruta: "El SMS llegó a las 22.00, pero el WhatsApp llegó al momento (por la tarde)". Los mensajes se enviaron al revés de como quería José Miguel.

Un agujero en la nieve para refugiarse

Restaba una hora de luz y era consciente de que no llegaba de vuelta al Punto de Nieves Santa Inés. Su experiencia en la montaña en lugares como los Alpes fue clave para saber qué hacer en una situación extrema y se dijo: "Voy a hacer un agujero. Había 40-50 centímetros de nieve y rellené con paredes de 80 cm para protegerme del viento. Tenía que aguantar 12-13 horas de frío". Al ser a priori una travesía que "no tenía riesgo", no llevó manta térmica ni pala.

"Lo primero era no congelarme. El material aguantó bien. Estuve moviendo los dedos todo el rato y me puse todo lo que tenía" relata. Además destaca que "lo importante era tener la cabeza fría, nunca mejor dicho, de mantener la cama. Era muy consciente de que iba a sufrir, pero no me planteé temer por mi vida". Su actitud le ayudó a sobrellevar el sufrimiento en el agujero en una zona de pinos: "Sabía que me estaba jugando la vida, pero por cómo me sentía sabía que iba a salir de ahí".

"Era muy consciente de que iba a sufrir, pero no me planteé temer por mi vida"

José Miguel Arambarri

No durmió en toda la noche y al ver un avión, supo que era el vuelo Madrid-Logroño de las seis de la mañana: "En cuanto lo vi ya pensé que quedaban un par de horas para que saliera el sol. Llegó la mañana y salí pitando al Punto de Nieves". Era las 9:30 cuando el helicóptero de la Guardia Civil ya sobrevolaba la Laguna Verde le localizó: "Cuando quedaba media hora para llegar, vi el helicóptero. Les hice señales, me vieron y me recogieron muy rápido". Al regresar, se sorprendió la dimensión del dispositivo: "Aluciné con el despliegue. Habían puesto a todo el mundo a buscarme. En el punto de nieve estuvieron despiertos hasta que me encontraron".

Una experiencia de sufrimiento y aprendizaje

José Miguel no tiene más que palabras de agradecimiento a todos los que colaboraron: "Estuve media hora dando las gracias a toda la gente. Tengo un agradecimiento muy grande. El mundo es mucho mejor de lo que pensamos a veces, hay gente así tan buena dispuesta a ayudar".

Ya recuperado del susto, tiene claro qué hará en su próxima travesía en la montaña: "Ahora voy a preparar todas esas cosas que no abultan nada, comprarme un GPS bueno y tener mi bolsa siempre en la mochila. Más vale prevenir". Y lanza varios consejos como "no dormirse porque te congelas" y mantenerse positivo: "Cuando te enfrentas a esas cosas hay que tenerlo muy claro para salir adelante". Lo que comenzó como un "un paseo y volver a casa pronto" pudo acabar en tragedia.

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