Surf
La secuencia ocurrió el pasado sábado 11 de septiembre y pone los pelos de punta. La rápida reacción de la organización evitó una tragedia en el agua, donde dos niños competían con sus tablas de surf cuando aparecieron los dos tiburones.
En los últimos meses se están produciendo malas noticias en el mundo del surf relacionadas con ataques de tiburones. La última llegó desde Australia, donde un surfista perdió la vida por el ataque de un escualo. Y ahora nos llega una secuencia angustiosa desde una playa de Florida, en Estados Unidos.
La imagen corresponde a un campeonato de surf junior celebrado el pasado 11 de septiembre. En el vídeo, grabado desde la orilla de la playa, se puede ver como de repente aparecen dos tiburones en el momento en el que había dos niños compitiendo en el agua.
"Fue una escena de película, con dos tiburones saliendo a flote"
Uno de esos niños era Tanner Brasol, un niño de 11 años que lleva apenas año y medio haciendo surf. Kelly Brasol, madre de Tanner, ha explicado a varios medios locales que su hijo estaba en plena manga cuando fue rodeado por un banco de peces, es decir, se convirtió en el posible objetivo de los tiburones.
"Fue una escena de película, con dos tiburones saliendo a flote, enseñando sus aletas y, de repente, generando salpicaduras por todas partes, justo detrás de mi hijo. Solo podía ver el agua moviéndose y a mi hijo sentado allí en medio, helado. Mi corazón se paró", admite la madre de Tammer.
La madre de este joven surfista ha explicado que el vídeo en cuestión corresponde a un momento posterior a esa escena, pero aún se puede ver a uno de los tiburones nadando justo a lado de su hijo.
La organización de la prueba actuó rápidamente y ordenó a los dos jóvenes surfistas salir del agua de inmediato. El propio Tammer ha explicado lo ocurrido con una tremenda sangre fría para su edad y el momento que le tocó vivir entre las olas.
"Tenía mucho miedo, ese tiburón no estaba a gusto conmigo en el agua, pensó que era un competidor para su comida. Pero en realidad ellos tienen más miedo de los humanos, saqué manos y pies del agua y así es más difícil que te muerdan", aseguró el joven surfista de 11 años.
El campeonato se reanudó una hora después, cuando la organización del mismo comprobó que ya no había peligro y que los tiburones habían desaparecido de la zona. Un buen susto que por suerte fue solo eso, un buen susto.