LOS DEPORTISTAS CON UN TALENTO INNATO
Mireia Belmonte demostró muy pronto, con tan solo cuatro años, que poesía un talento innato para la natación. Algo parecido le pasó a Rafa Nadal.
El balear, al que le encantaba jugar a fútbol, decidió agarrar una raqueta para demostrar desde muy pequeño que iba camino de ser el crack del tenis que es hoy en día. A algunos de sus rivales como Federer y Djokovic, el talento también les vino de regalo desde muy pequeños.
En el fútbol ha varios casos. Iniesta ya demostraba su clase cuando era un niño, y que decir de Leo Messi o Neymar, ambos imparables cuando eran tan sólo unos mocosos.