Parapente
El palacio de Neuschwanstein es el edificio más fotografiado de Alemania. El hombre pájaro realizó un vuelo en el que mezcló el parapente y su traje de alas en una arriesgada maniobra.
El paracaidista Max Manow realizó un vuelo mágico en Alemania hace unos días. Sobrevoló a más de 200 km/h el famoso palacio de Neuschwanstein, en el que se inspiró el castillo de Disney. Además de protagonizar un hecho insólito en el mundo del wingsuit, para él se cumplió un sueño que arrancó en su infancia.
"Hice mi primer vuelo con traje de alas totalmente autonómo en el castillo", explicó el alemán. Su especialidad es el wingsuit, también conocidos como hombres pájaro, así que se preparó a fondo porque el vuelo incluyó también un tramo con parapente: "Primero tuve que sacarme licencia de parapente, aprender a volar y practiqué en diferentes pasos: separación del parapente, vuelo en traje de alas y, por supuesto, el aterrizaje".
"Es un castillo hermoso, el lugar perfecto"
Con todo listo, la aventura comenzó a 1.666 metros de altura en el monte Tegelberg: "Empecé desde la montaña, volé unos cuatro minutos durante dos kilómetros y medio en dirección al castillo". Hasta que cumplió el objetivo a una velocidad endiablada: "Pasé por delante a 200 km/h y tiré del paracaídas a unos 150 metros. A los treinta segundos estaba en el suelo".
No obstante, la complicación de llevar el parapente y soltarlo requirió de mucho trabajo. Parte del vuelo lo hizo con parapente, luego lo soltó antes de llegar al castillo para continuó con su traje de alas: "Antes de desprender el parapente, lo lastré con un peso para saber donde aterrizó exactamente para encontrarlo de nuevo. Llegó sano y salvo y lo pudimos recuperar".
El castillo de Neuschwanstein no es un lugar cualquiera en la vida de Max Manow. "Cuando era niño vi aquí el primer parapente", recordó. Ahora, convertido en una estrella del wingsuit, realizó su primer vuelo con parapente en el mismo sitio donde los descubrió: "Con este proyecto se cierra el círculo. Es asombroso".
Se deshace en elogios al hablar de la construcción: "Es hermoso, crea un telón de fondo increíble". No tiene dudas de que "es lugar perfecto" y por ello, agradeció la oportunidad: "Estoy muy contento de que me permitieran hacer el proyecto aquí".
Para conocer la mística del castillo de Neuschwanstein hay que remontarse al siglo XIX. El rey Luis II de Baviera, región en la que se encuentra el palacio, mandó construirlo en 1869 ya que pretendía alejarse de la vida pública. El complejo se inspira en el castillo de Hohenschwangau, que se encuentra muy cerca y donde pasó su infancia el monarca. De hecho, el nombre original fue Nuevo Castillo de Hohenschwangau pero tras la muerte de Luis II en 1886 se cambió la denominación a Neuschwanstein y se abrió al público.
El emplazamiento entre montañas resulta único e inspiró uno de los castillos más famosos del mundo: el castillo de la Bella Durmiente de Disney. Fue el modelo en el que se fijó Walt Disney para crear un edificio emblemático en todos los parques Disneyland y también se le conoce como "el castillo del cuento de hadas". Neuschwanstein ha adquirido tal popularidad que es el edificio más fotografiado de Alemania y al año recibe a 1,4 millones de visitantes.