Natación
Ona, nombre ficticio, es una pequeña transexual de ocho años a la que le encanta nadar y que quiere competir en este deporte. El problema es que la Federación Catalana de Natación (FCN) clasifica sus licencias en función del género y, por tanto, Ona figura con sexo masculino.
Esta es la razón por que no puede competir con el resto de niñas y el motivo por el que su familia ha iniciado una lucha para cambiar un reglamento que impide que Ona cumpla su sueño.
"Para Ona, el agua es como su sangre. Ha nadado siempre, desde que tenía seis meses. Está frustrada porque no entiende por qué sus compañeras pueden competir cada sábado, y ella no. Es muy injusto", asegura su madre, Yolanda, también nombre ficticio, al diario 'El País'.
La FCN explica que mientras el Registro Civil no reconozca el cambio de sexo de Ona, no pueden inscribirla como niña.
"Es una niña muy activa. Pero está perdiendo la ilusión por la natación. No lo entiende, como es normal, y está muy cansada. Cada paso es una barrera, y está en una edad frágil. No deberían hacerse este tipo de distinciones", denuncia Yolanda.