Deporte femenino
Lo que una caída haciendo mountain bike le hizo a Lindsey Runkel no le quitó ni un gramo de ganas de seguir quemando adrenalina sobre ruedas, sobre esquíes, lo que sea... pero sí le dio una idea de lo que quería que fuera su trabajo: "No me siento diferente a nadie, honestamente. Porque nadie a cuestionado mis capacidades".
Estudió enfermería tras quedar parapléjica y ya trabaja en la unidad de trasplantes de este hospital. "Es un gran ejemplo. Cuando todos los pacientes la ven, solo ven cosas buenas de ella cada día", explica su compañera Mary Gannon.
Incluso participó en la Spartan Race
Porque ella no se dejó vencer. Hizo que sus brazos trabajasen el doble y con brazos esquía, con brazos baja en bici de una manera endiablada. Con brazos juega al hockey hielo también, y sólo con los brazos participó en la durísima Spartan Race.
"No reconsideres tus objetivos porque alguien te lo diga; tú puedes, tienes que seguir adelante", es su poderoso mensaje. Tan adelante que está en primera línea. Porque a Lindsey la define su voluntad de dar y hacer, nunca la cicatriz que tiene en su espalda.