Juegos Olímpicos
El atleta se equivocó de autobús y, si no fuera por la joven, no habría llegado a la carrera a tiempo. Ahora, Hansle Parchment ha saldado su cuenta pendiente desde los Juegos Olímpicos de Tokio.
¡Qué historia bonita! El atleta Hansle Parchment se confundió de autobús para competir en los Juegos Olímpicos de Tokio... o cogía un taxi o no llegaba al estadio olímpico. Pero tampoco llevaba dinero encima. Entonces aparece ella, una voluntaria que fue clave. Él ganó el oro y ella ya tiene la invitación de Jamaica para conocer la isla.
"Para las semifinales me subí al autobús que no era, iba con mi música concentrado y no me di cuenta de nada", relata Hansle Parchment, atleta de los 110 metros vallas. Cuando se quiso dar cuenta estaba en el centro acuático, a 20 km estadio olímpico, donde estaba a punto de competir.
Todo parecía perdido, pero fue corriendo hacia su salvadora: "Vi a una voluntaria y me acerqué a pedirle ayuda y suplicarle. Ellos no pueden hacer mucho, pero me dio dinero para un taxi privado de la organización".
Le devuelve el dinero
Gracias a este gesto, Hansle llegó a tiempo no solo de correr, sino de ganar el oro. Pero sabía que tenía una cuenta pendiente e hizo "la acción del buen samaritano". Fue a ver a la voluntaria para hacerse una foto con ella, regalarle una camiseta y devolverle los 100 dólares del taxi: "Fuiste fundamental para que llegase a la carrera. La gané solo porque me ayudaste a llegar al estadio".