Coronavirus
El cierre de fronteras y la cancelación de vuelos que provocó la pandemia de coronavirus dejó a miles de personas sin poder estar con sus familiares. Sin embargo, el argentino Juan Manuel Ballestero no se resignó a quedarse sin ver a sus padres, Carlos y Nilda, de 90 y 82 años, respectivamente.
Cuando se decretó la cuarentena, Juan Manuel estaba en Porto Santo, una pequeña isla de Madeira. Ni corto ni perezoso, este surfista, navegante, socorrista y aventurero decidió cruzar el Atlántico en velero para llegar a Argentina y poder reunirse con su familia. La embarcación mide nueve metros de eslora.
82 días de viaje
Así, con su velero 'Skua', una radio de alta frecuencia y un sistema de identificación automática para objetos cercanos, empezó su aventura de más de 10.000 kilómetros el pasado 24 de marzo. Su única parada programada era al poco de salir, en Cabo Verde, para repostar y comprar alimentos. "No me quería quedar como un cobarde en una isla donde no había casos. Quería hacer todo lo posible para volver a casa. Lo más importante para mí era estar con mi familia", dijo Juan Manuel.
Llegar hasta Argentina fue una auténtica odisea: las autoridades de Cabo Verde no le dejaron atracar por la pandemia, se quedó sin combustible y varado en alta mar durante una semana y una ola incluso casi tumba el velero. Sin embargo, tras 82 días de viaje, el pasado 17 de junio llegó al final de su travesía en el Club Náutico Mar de Plata para reunirse por fin con sus seres queridos.
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