Jordi Guerra
La historia de Jordi Guerra es la de un ironman que no se ha dado por vencido y ha peleado contra la lógica y los médicos.
Y es que, tras una grave operación de espalda, el deporte para Jordi Guerra parecía tocar a su fin.
"El médico dijo que de deporte ya me podía olvidar", explica Jordi Guerra.
Pero Guerra dio guerra. Y la cabezonería y resiliencia ganaron la partida.
"Después de la A la B pero yo salté de la A a la D", asegura Guerra.
"Si no lo puedo ir a hacer con dorsal pues me lo haré yo"
Se propuso completar una de las pruebas de resistencia más exigentes: Un ironman.
"Con el coronavirus lo han ido anulando y al final dije si no lo puedo ir a hacer con dorsal pues me lo haré yo", explica Guerra.
Lo organizaron entre los colegas: "Ya que lo hacíamos y éramos 6 o 7 pues hacer una camiseta para ir todos iguales".
Fan de Bruce Springsteen, Jordi quería que el Boss le acompañara en su aventura.
"De ironman pues en vez de man, boss, y de ahí el juego de palabras", cuenta Guerra.
Llegó a meta cumpliendo su lema: "Empezar riendo y acabar riendo".