Ryder Cup
El golfista de Barrika ha liderado junto al inglés Tyrrell su partido de 'foursomes' frente a Scottie Scheffler y Sam Burns. Solo la bandera evitó que Rahm logrará el séptimo hoyo en uno en la historia de la Ryder Cup.
Jon Rahm ha llegado al Country Club de Roma con una misión: ganar la Ryder Cup para Europa y reconquistar el trofeo para el viejo continente tras lo ocurrido hace dos años en Wisconsin. El campeón del Másters de Augusta y del US Open ha comenzado dando a Europa el primer punto junto al ingés Tyrrell Hatton en su partido de 'foursomes' ante los estadounidenses Scottie Scheffler y Sam Burns. El de Barrika ha estado especialmente inspirado y ha desplegado su magia sobre el campo italiano.
Rahm, muy seguro en las calles y en los 'greenes', y Hatton no han aflojado y se han llevado el 7, el 10 y el 11 para sentenciar en el 15 el 1-0. Poco después, ha llegado el segundo punto para el equipo que capitanea Luke Donald gracias al noruego Viktor Hovland y el 'rookie' sueco Ludvid Aberg, que también se han impuesto con autoridad por 4 y 3 a los novatos Max Homa y Brian Harman.
Pero al margen del resultado, los aficionados que han acudido al Country Club de Roma han disfrutado de la magia del jugador español. Primero con un golpazo tremendo que ha estado a punto de ser un hoyo en uno. Solo la bandera ha privado a Jon Rahm de lograr el séptimo hoy en uno de la la historia de la Ryder Cup. No ha acabado ahí la exhibición de Jon Rahm, que ha dejado un approach tremendo embocando la bola con maestría.
Jon Rahm ya dejó claro en la previa que la Ryder Cup es especial y un torneo señalado en rojo para él. El de Barrika reconoció que incluso pahgaría por jugarla.
"Ni siquiera sabía que teníamos dinero. Lo siento, no tenía ni idea, así que sí. A mí no me tienen que pagar por venir aquí y actuar delante de la gente, para ser honesto. Quiero decir, ¿si hubiera que pagar una cuota de inscripción para formar parte de un equipo? Probablemente sí, lo haría. Esta semana es muy divertida, así que sí, creo que siempre y cuando sea manejable para todos en el equipo, porque tenemos uno que estaba en la universidad hace como dos días...", indicó entre risas Rahm.
"Lo mejor de la Copa Ryder, aparte de ganar, obviamente, es entrar en esa sala de equipo y ver a todos estos grandes golfistas reunirse y ser parte de un equipo, ser amigos y tener un vínculo realmente especial y único durante toda la semana. Esos recuerdos que creas van a durar toda la vida, y las amistades y los lazos se hacen aún más fuertes. Es muy divertido formar parte de ello", resumió el golfista español.