Boxeo
La boxeadora madrileña ganó por decisión unánime a la francesa Anne Sophie Da Costa y retuvo el cinturón de campeona de Europa. Pastrana deja el cuadrilátero como una de las mayores leyendas pugilísticas de España.
Joana Pastrana ha dicho adiós al boxeo en su casa, Madrid, y revalidando el título de campeona de Europa del peso mínimo tras ganar por decisión unánime a la francesa Anne Sophie Da Costa. El Wizink Center vivió un combate de boxeo 13 años después y despidió calurosamente a una auténtica leyenda del boxeo español.
La madrileña sumó su cuarto título continental en una noche llena de emociones, en su ciudad y ante su público. Nadie tiene un palmarés igual en el boxeo femenino español: tres campeonatos del mundo de peso mínimo y cuatro coronas europeas en la misma categoría. Única.
Pastrana comenzó imparable, con el apoyo del público, consiguió pasar por encima de su rival en el primer asalto y puso al Wizink en pie tras un derechazo sobre el rostro de la francesa.
"Lo echaré de menos"
Durante todo el combate mantuvo la distancia y castigó el costado de su rival, tuvo grandes reflejos para sortear los golpes y combinó grandes series. La gala venía con una racha de 28 victorias-11 por nocaut- y 6 derrotas pero su estrategia fue aguantar y contraatacar pero la madrileña se cubrió bien.
Tras el combate, visiblemente emocionada, se refirió a este último combate: "Esa sensación de subirte al ring, que esté todo lleno de gente animando se echará en falta. Lo que yo he vivido hoy no lo voy a volver a vivir, soy consciente de ello y me siento afortunada por haber podido disfrutarlo", expresó.
Por último, quiso dejar una lección y un gran consejo para todos los que quieren dedicarse al díficil mundo del boxeo: "Al principio nadie daba nada por mí, simplemente empecé a creer, creí en mí con todas mis fuerzas, me fui encontrando gente por el camino que también creía en mí. Todo el que quiere puede, pero hay que saber qué estás dispuesto a perder para conseguirlo".