EL JUGADOR ESTÁ BIEN
Jugar rodeado de paredes de cristal puede acarrear posibles accidentes que pueden causarte más que una desgracia. Carles Puyol ya rompió una pared jugando al pádel y esta vez le ha tocado al jugador de squash, Álvaro Beltrán.
Sucedió en los Juegos Panamericanos: el mexicano quiso salvar una pelota que parecía imposible pero acabó llegando, eso sí, se golpeó con fuerza contra el cristal y terminó rompiéndola.
El jugador quedó en el suelo durante unos segundos debido al fuerte impacto. Sin embargo, no tardó mucho en volver a jugar; le curaron muy rápido y pudo volver a la pista enseguida.
"Me bañé y me estuvieron sacando pedacitos de vidrio. No podía tardar mucho. Tenía que volver al juego después de 15 minutos, si no me iban a eliminar", dijo Beltrán.