Golf
Todo aquel que juega al golf sabe que este deporte se desarrolla en un entorno natural. Los campos de golf ocupan grandes extensiones de terreno, normalmente en mitad de la naturaleza, pero lo que se ha visto en un campo de gol de Brasil ya es otra historia.
Los jugadores habituales del campo olímpico de golf de Río de Janiero están acostumbrados a ver caimanes, zorros, capibaras e incluso serpientes, pero desde la epidemia del coronavirus la presencia de estas especies autóctonas se ha multiplicado.
Ante la ausencia de jugadores y presencia humana, los animales se han hecho los 'dueños' de este peculiar campo de golf, como demuestra un vídeo que circula por las redes sociales.
En total hay 290 especies catalogadas y todas circulan con libertad por la cancha de golf, porque "viven en su propio ecosistema", explica Camilo Pinto de Souza, biólogo del campo olímpico.
"La convivencia entre animales silvestres y los practicantes es muy armónica, las dos se integran", asegura este biólogo de 39 años.
"Los jugadores llegan temprano a las prácticas y es a esa hora en que los animales acostumbran a circular por el área, pero cada uno tiene su espacio para estar dentro del campo de golf", agrega.