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Las imágenes de Ahmad Ayyad, un residente en Washington DC que ha pasado el coronavirus, se han hecho virales. Este deportista en plena forma se contagió del Covid-19 y los médicos del hospital Johns Hopkins, de Baltimore, tuvieron incluso que inducirle al coma y conectarle a un ventilador. Una prueba más de que el coronavirus no solo afecta a personas mayores o con síntomas previos.
Ayyad, que tiene 40 años y trabajada en el negocio familiar de muebles en Washington, Estados Unidos, estaba en plena forma antes de caer enfermo por el SARS-Cov-2: competía en carreras de obstáculos y participaba en clases de baloncesto y boxeo. Sin embargo, el coronavirus casi acaba con su vida: después de 25 días en coma inducido, Ahmad ha perdido 27 kilos y ha sufrido daños en corazón y pulmones.
"Mis músculos habían desaparecido"
"Uno piensa que es una gripe exagerada y no la va a contraer", ha contado Ayyad a WMAR 2 News. Sin embargo, el coronavirus le cambió radicalmente y cuando despertó del coma vio que su cuerpo era otro: "Estaba básicamente paralizado, no podía moverme. Todos mis músculos habían desaparecido".
Además, Ahmad tuvo que superar una terapia para recuperarse: "Terapia del habla, porque no podía hablar. Terapia social, ella tuvo que enseñarme cómo tragar. Y fisioterapia para despertar mi cuerpo. Para llevarme al borde de la cama. Tenía dificultad para respirar porque mis pulmones estaban dañados, mi corazón estaba dañado".
Era una persona totalmente diferente: sus músculos habían desaparecido y estaba débil. Tras superarlo, para junio Ayyad ha recuperado unos 20 kilogramos. Aprovecha para mandar un mensaje a quienes no usan mascarillas durante la pandemia de coronavirus: "Lo conseguí y sobreviví, y todavía estoy aterrorizado", ha dicho a CNN. "Me preocupa mucho ver a la gente tomar esto a la ligera", apostilla.
La doctora Natalie West, médica de cuidados críticos y pulmonares del hospital Johns Hopkins que trató a Ahmad Ayyad, asegura que este paciente le abrió los ojos: "Es un individuo muy atlético y es joven, así que lo primero que pensé fue: 'Vaya, si esto le puede pasar a él y está tan enfermo, puede pasarle a cualquiera'".