Ártico
Los investigadores han identificado al hombre gracias al ADN de muestras de dientes y otros huesos que se recuperaron en 2013. Se trata del suboficial John Gregory, un explorador que se perdió en el Ártico canadiense
Gracias a unos análisis genealógicos y de ADN realizados por un equipo de investigadores de las universidades de Waterloo se ha confirmado la identidad de los restos óseos de un hombre que participó en la fallida expedición al Ártico del capitán John Franklin, en 1845.
Los investigadores han confirmado que el ADN se ha extraído de muestras de dientes y huesos recuperados en 2013. Finalmente se ha podido identificar que el hombre era el suboficial John Gregory, un explorador que se perdió en el Ártico canadiense.
Se ha podido identificar gracias a que han cotejado la muestra con una prueba de ADN de un descendiente directo. "Ahora sabemos que John Gregory fue uno de los tres miembros del personal de la expedición que murió en este sitio en particular, ubicado en la bahía de Erebus, en la costa suroeste de la isla del Rey Guillermo", apunta Douglas Stenton, profesor de antropología en Waterloo y coautor del estudio.
Sobrevivió tres años encerrado en el hielo a bordo de un barco
La expedición de John Franklin en el Árticocomenzó en 1845, con 129 marineros en dos barcos, Erebus y Terror. En abril de 1848, 105 supervivientes abandonaron sus barcos atrapados por el hielo en un intento desesperado de fuga pero ninguno sobrevivió. Desde mitad del siglo XIX, se han encontrado restos de decenas de miembros de la tripulación en la isla del Rey Guillermo, pero ninguno había sido identificado positivamente.
"Nos gustaría alentar a otros descendientes de miembros de la expedición Franklin a ponerse en contacto con nuestro equipo para ver si su ADN puede ser utilizado para identificar a los otros 26 individuos", apunta Anne Keenleyside, profesora de antropología en la Universidad de Trent y coautora del artículo.
"La identificación demuestra que Gregory sobrevivió tres años encerrado en el hielo a bordo del HMS Erebus. Pero pereció 75 kilómetros al sur en la bahía de Erebus", explica Robert Park, profesor de antropología en Waterloo y coautor de la investigación.
Los restos de Gregory y otras dos personas fueron descubiertos por primera vez en 1859 y enterrados en 1879.