Aventura
¿La ruta más peligrosa del mundo? Muchos consideran que sí. Estamos hablando de la vía ferrata Hua Shan, uno de los senderos más escarpados y peligrosos del mundo, ubicado en la provincia de Shaanxi, en China.
Todos los años cientos de turistas se aventuran a escalar al Huashan, una de las cinco montañas sagradas para el taoísmo. Sin duda, la vía que lleva hasta su cumbre, a 2.160 metros de altura, es un auténtico desafío donde los visitantes se juegan la vida.
"Ves la nada absoluta, o sea las nubes"
Dada la afluencia de turistas y peregrinos, las autoridades se han visto obligadas a acondicionar los caminos, aunque no dejan de ser muy peligrosos.
A pesar de no existir estadísticas por parte de los gobiernos central y regional chinos, se manejan datos extraoficiales que dicen que el número de caídas con graves consecuencias al año puede llegar al centenar.
"Gire el móvil, para salir un poco en primer plano, y ves la nada absoluta, o sea las nubes. Hay demasiada adrenalina y no eres consciente de donde estás. Ves las nubes debajo de tus pies, y no hay nada", explica Nacho, profesor español en China a Antena 3 Deportes.
Dentro de esa arriesgada escalada hay un tramo, llamado 'Changong Zhandao', que es el considerado más peligroso. Se trata de un tramo de cuatro metros de largo y 30 centímetros de ancho a lo largo de un acantilado vertical por el que hay que pasar con arnés, mosquetones y atados a unas viejas cadenas.
"Un turista se suicidó allí. Se soltó los arneses y se tiro"
"El trayecto de ida y vuelta llevará unos 15 o 20 minutos. Tienes que rodear a una persona que está bloqueada... Y ahí...", cuenta entre risas Nacho.
Pero los riesgos no acaban tras superar este tramo. La conocida como 'Garganta de los Cien Escalones' suponen una pared vertical de 90º, por la que los visitantes y aventureros deben trepar.
"Un turista se suicidó allí. Se soltó los arneses y se tiro", explica Nacho.
Tanto riesgo, dicen los que acuden a este lugar, merece la pena. En la cumbre se pueden ver los cinco picos sagrados del taoísmo, en un paraje inigualable.