Atletismo
La atleta estadounidense Hillary Allen se despeñó 60 metros durante una carrera en Noruega. Tras decirle los médicos que no podría volver a correr, ha completado la prueba que pudo haberle costado la vida.
"Siento una gratitud inmensa por no haber muerto", aseguraba Hillary en un documental que cuenta su historia. "Recuerdo la sensación de los impactos, mis huesos rompiéndose y como si me pateasen el pecho. Me vi a mi misma dando tumbos y escuché mi voz diciendo: ya está. Vas a morir".
Su salvador fue el español Manu Par, el primero en asistirla y responsable de dar la voz de alarma para proceder a la evacuación en helicóptero.
Hillary se rompió doce huesos. Sufrió cuatro operaciones y pasó dos meses en una silla motorizada, cinco hasta que volvió a caminar y otros diez hasta que obró el milagro, volver a competir.
La estadounidense completó la prueba que casi le cuesta la vida junto a su salvador y con la lección muy clara tras atravesar todo un infierno: "Las cosas simples son importantes".