Carrera de resistencia
La 'Western 100', en Estados Unidos, es la carrera de resistencia más antigua del mundo, son 100 millas y 160 kilómetros que llevan a los participantes hasta la extenuación. Una gallega, Aroa Sío, acaba de completarla después de tomar una decisión que le cambió la vida hace siete años.
La historia de la hazaña de Aroa empieza hace justo 7 años: "Estuve 20 años fumando, como una caja de tabaco al día", explica. Esa historia ha terminado conquistando a los narradores de una de las carreras de resistencia más legendarias.
Son 160 brutales kilómetros por las montañas de California: "Solo había hecho dos carreras de 100 kilómetros, de 160... es otra cosa, son 60 km más", nos cuenta sonriente.
Sufrió vómitos y náuseas a 60 km de meta
El cuerpo de Aroa 'se quejó', no estaba acostumbrado: "A 50 kilómetros de meta sufrí náuseas, vómitos, no me entraba de nada", dijo. Y todo eso, a 40 grados durante el día: "Llevaba hielo bajo la gorra y un pañuelo de hielo atado al cuello, al igual que mi chaleco de hidratación", asegura.
A pesar de ello, el momento más crítico fue vadear un río, tenían una cuerda pero... "Decidí hacerlo a nado pero al segundo me doy cuenta de que la corriente me empieza a llevar y los voluntarios gritaban 'no, no'".
Por encima de su logro ha conseguido algo increíble: "He ganado una ovilla de plata, solo la recibimos aquellos que completamos la carrera en menos de 24 horas", recalca. Ella lo hizo en 20 horas y 19 minutos, de Aroa hay que aprender sobre todo a sonreír: "Siempre me dicen que estoy sonriendo pero es que yo disfruto corriendo". Nosotros seguiremos haciéndolo con ella.