LaLiga Santander
El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, afirmó que
no va a prohibir nada a Bale porque los jugadores son mayores y saben lo que
hacen, y defendió el trabajo de los servicios médicos ante la plaga de lesiones
del conjunto blanco para al Espanyol en LaLiga Santander en el Bernabéu. "No voy a impedir nada a Bale ni a
ningún jugador. Son mayores y saben lo que tienen que hacer", apuntó
Zinedine Zidane en rueda de prensa en alusión a la prohibición de jugar al golf
a los internacionales de Gales, entre ellos Gareth Bale -que ha sido baja en 96
encuentros con el club merengue.
Explicó que la lesión de Bale se produjo en el partido
contra el Alavés, y que ya en el viaje de regreso de Vitoria se resentía de
molestias. "Hoy ha hecho un poco, pero no con nosotros", indicó sobre
el trabajo del galés al margen del resto de la plantilla para recuperarse de su
edema en el bíceps femoral que le apartará de los partidos ante Espanyol y
Brujas en la Champions League.
En este sentido, Zidane dijo que sus jugadores intentan
hacer de todo porque juegan cada tres días. "Tenemos a los mejores
servicios médicos, que están encima de los jugadores y no están contentos
cuando hay un jugador lesionado. Los jugadores saben que están rodeados de los
mejores. Todos estamos en el mismo barco", comentó.
Asimismo, lamentó la lesión Eden Hazard, que se perderá el
Clásico del 18 de diciembre en el Camp Nou. "Siempre es jodida la
lesión de un jugador porque lo queremos siempre con nosotros. Es un poco más
grave de lo previsto, pero espero que la cura le permita volver rápidamente con
nosotros. Es un baja importante, pero no podemos hacer nada. Hay otros
jugadores y es lo que tenemos que pensar", manifestó.
El técnico galo anunció
que Vinicius regresa a la convocatoria para enfrentarse al equipo 'perico',
aunque no le dio excesiva importancia. "Es el momento de todos. Va a estar
con nosotros mañana. Lo importante es que estén todos preparados y luego,
elegir el once", señaló. "Cada minuto en el Madrid es un regalo".
En el mejor momento del curso para el Madrid, el técnico
francés se mostró prudente y prefirió no ponerse nota. "No me pongo nada.
Estoy feliz de estar en el mejor club del mundo. Soy un afortunado por vivir
este momento en mi vida, como exjugador y ahora, entrenador. Cada día, aunque
haya cosas complicadas, es un regalo. Disfrutaré hasta que esté aquí. Siempre
voy a ser del Real Madrid y eso no va a cambiar nunca", subrayó.
A Zidane le ilusiona jugar contra el Espanyol, un equipo, que,
según él, no merece estar donde está en la tabla. "Los equipos españoles
son muy buenos. Está atravesando un mal momento de puntos, pero no de juego. No
jugamos contra el último de la tabla, ni mucho menos. Va a ser un partido muy
complicado; si le dejas jugar, te la puede liar", advirtió.
Por ello, quiere la mejor versión de su equipo en un partido
en el que aplicará alguna variación táctica debido a la baja de jugadores
importantes. "El sistema no es lo de menos, pero es más importante el
ánimo. No me gusta hacer siempre la misma cosa porque el rival te estudia.
Todos los sistemas que aplicamos lo hacemos pensando en el siguiente partido.
Como tengo a los mejores jugadores se pueden cambiar muchas cosas",
explicó.
Consideró muy importante el tramo final de este 2019, en el
que se enfrentarán a, FC Barcelona y recibirá al Athletic, y aseguró que aún no
piensa en los posibles refuerzos en el mercado invernal. "Puede pasar de
todo. Lo único es que no es el momento. Cuando llegue ya veremos. De momento,
me quedo con mis jugadores", concluyó.