UNA CADENA DE DESPROPÓSITOS

Un joven de 21 años muere jugando al fútbol y su madre pide justicia: "Le echo mucho de menos"

Con 21 años, Cristian cayó desplomado mientras jugaba al fútbol. A partir de ahí, se originó una cadena de despropósitos. El desfibrilador estaba bajo llave y los médicos del centro de salud, a 650 metros, no fueron a atenderle. La madre de Cristian sigue luchando.

"Todo esto lo hago por el, por que le echo mucho de menos". Milagros está a punto de derrumbarse delante del altar hecho con fotos de su hijo.

Cristian tenía 21 años cuando cayó al suelo y empezó a sangrar. Acababa de sufrir un infarto jugando al fútbol. Sus compañeros rápidamente fueron al centro de salud, aunque su sorpresa llegó cuando los dos medicos que había se negaron a desplazarse porque el equipo médico que acude a las emergencias se encontraba en Lillo.

Es el protocolo, argumentaban. Así que Cristian, debatiéndose entre la vida y la muerte, no recibió ayuda médica hasta 35 minutos después, cuando llegó la ambulancia que mandó el 112 desde Quintanar de la Orden.

Un helicóptero le trasladó a Toledo, momento que describe su madre: "Llegó vivo a Toledo, tuvo una oportunidad". Otra oportunidad pudo llegar a través del desfibrilador que había en el polideportivo, pero encerrado en una habitación de la que nadie tenía llave.

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