UNA VIDA LLENA DE RETOS
La vida de Desirée Vila siempre ha sido un reto. Lo era con 16 años, cuando representó a España en el Mundial de gimnasia acrobática: "Era mi pasión".
Y sigue siendo todo un desafío: después de un giro brusco que le dio vida en una sala de quirófano, la gallega pensó en dejarlo todo,
Pero Desirée salió delante. En su piel está grabada una frase que le dijeron en el hospital: "Lo único incurable son las ganas de vivir".
Un estilo de vida que plasmó en un libro y en su nueva carrera; un camino que la llevó al atletismo. A competir en longitud y los 100 metros lisos.