LALIGA JORNADA 31 | VALENCIA 1-0 ESPANYOL
Un cabezazo de Rodrigo al comienzo de partido dio al Valencia el tercer puesto de la Liga en un encuentro de fuerzas parejas, en el que el Espanyol tuvo más el balón, aunque sin crear excesivo peligro, y el equipo local buscó asegurar la victoria al contragolpe.
Fue un encuentro intenso y muy competido, en el que locales dieron una nueva muestra de su buena racha ante un Espanyol que les creó más problemas futbolísticos que de opciones de cara a puerta.
La dinámica del partido estuvo marcada por el rápido tanto con el que comenzó el choque, ya que a los siete minutos una buena acción de Guedes acabó con centro que Rodrigo, en racha en los últimos encuentros, cabeceó a gol.
El tanto dio paso a un encuentro en el que el Espanyol tuvo el balón más que el equipo local, lo que le permitió crear algunas ocasiones de peligro, casi todas en centro lejanos que Gerard Moreno cabeceó con asiduidad, aunque sin encontrar puerta.
Pese a esas jugadas, el Valencia, con menos posesión, daba más sensación de peligro y algunas de sus llegadas a punto estuvieron de subir al marcador, en especial una de Guedes y otra de Zaza sobre la media hora de juego. En cualquier caso, fue una primera mitad en la que uno y otro equipo gozó de largas posesiones de balón, pero muchas de ellas infructuosas.
Además, el Espanyol dispuso de dos faltas peligrosas cerca del área rival que no supo resolver en un primer periodo que concluyó con ventaja local, pero en el que las fuerzas se mostraron bastante parejas.
El Espanyol salió dominador tras el descanso y consiguió que se jugara muy cerca del área local, lo que le permitió volver a crear peligro, como en el primer tiempo en saques de falta, al tiempo que daba opciones al Valencia al contragolpe.
Sin embargo, aunque los hombres de Marcelino García Toral no estaban finos, en una buena combinación entre Carlos Soler y Rodrigo este cabeceó fuera, aunque con mucho peligro (m.58). El partido era de alternativas y par que estas se decantaran a favor del equipo catalán, el técnico visitante, Antonio Díaz dio entrada a Baptistao y Granero por Jurado y Sánchez, para tener más profundidad.
Cada equipo buscaba su objetivo con armas distintas, el Valencia a través de la combinación entre consistencia defensiva y velocidad y el Espanyol a partir del control del juego y de ataques más posicionales.
A medida que se acercaba el final, el Valencia encontraba más oportunidades a la contra, aunque no mostraba capacidad para aprovecharlas ante un rival que mostraba menos recursos para acercarse a la meta de Neto.
Los últimos minutos, tras la entrada de Sergio García, fueron de dominio del Espanyol, que entonces sí que puso cerco a la portería valencianista, aunque sin tener verdaderas opciones de conseguir la igualada.