Copa de Francia
Salvaje batalla campal entre aficionados del PSG y del Lyon en un peaje de autopista antes de la final de la Copa de Francia. Hay 38 heridos.
La previa de la Copa de Francia se vio envuelta por varias reyertas entre aficionados del Paris Saint-Germain y el Olympique de Lyon. Un autobús acabó totalmente incendiado y 30 hinchas, así como ocho agentes de policía, resultaron levemente heridos. Los enfrentamientos entre aficionados del OL y del PSG se produjeron en un peaje de autopista este sábado por la noche, justo antes de la final de la Copa de Francia en Lille.
La pelea se produjo cuando los aficionados de los dos equipos que se dirigían al estadio Pierre-Mauroy de Villeneuve-d'Ascq hacia las 17:50 horas en la autopista de peaje de Fresnes-lès-Montauban (Paso de Calais), a pocos kilómetros de Lille.
Durante los disturbios, un autobús fue incendiado y otros dos resultaron dañados, informó la prefectura del Norte en un comunicado de prensa publicado durante la noche. El tráfico fue cortado temporalmente en ambos sentidos hsta que la calma volvió al peaje sobre las 19:00 horas.
Treinta aficionados resultaron levemente heridos, catorce de los cuales necesitaron "tratamiento médico", así como ocho agentes de policía. Según 'Le Parisien', doce aficionados del Olympique de Lyon resultaron heridos en estas reyertas y tres de ellos fueron hospitalizados.
"Estos son eventos deportivos en los que ante todo hay que ser alegre y deportista. Condeno con la mayor firmeza toda violencia", señaló Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa. "Espero que todo transcurra con la mayor normalidad posible esta noche (del sábado)", abundó el jefe de Estado, quien también estuvo presente durante el partido.
Según el relato del prefecto del Norte, Bertrand Gaume, un convoy de aficionados, escoltados por la policía, se cruzó con los de los hinchas del equipo rival, "llegó al lugar equivocado" y "en el peor momento" al peaje. Los aficionados, de los que no precisó claramente si eran de Lyon o de París, "atacaron al equipo contrario", que a su vez se defendieron. "Hubo peleas muy violentas", antes de la intervención "muy rápida" de la policía, según Bertrand Gaume.
El Colectivo Ultras de París afirmó que se trataba de un autobús parisino que fue "atacado por un autobús de Lyon", mientras que la carretera estaba "reservada exclusivamente a los aficionados parisinos", teniendo cada grupo "un recorrido predefinido". "Posteriormente, otros autobuses parisinos y del Lyon se cruzaron y tuvimos que defendernos de nuevo", abundó el colectivo en un comunicado.
"La ruta seguida fue la de la escolta, modificada por la policía. Efectivamente, los autobuses estaban escoltados", aseguró el Olympique de Lyon en un comunicado de prensa condenando esta violencia.
"Lamento cualquier violencia que se haga a costa del fútbol", comentó el técnico del PSG, Luis Enrique, tras el partido. El capitán del Lyon, Alexandre Lacazette, dijo que los jugadores habían visto las imágenes antes del partido: "Es triste que el fútbol llegue a este punto", señaló.
"Estos actos de violencia, que tuvieron lugar antes del partido en la vía pública, son inaceptables" y "contrarios a los valores que debe defender el fútbol", reaccionó la Federación Francesa de Fútbol.
Según la prefectura de Paso de Calais, 1.000 policías y gendarmes fueron movilizados para asegurar el traslado, y 1.000 más en el interior del estadio.
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