Fútbol
La Bundesliga ha vivido un nuevo episodio con protagonismo de los ultras en el Hoffenheim-Bayern. Con el partido 0-6 a favor del Bayern y cerca del minuto 70 de juego, el partido ha sido interrumpido por los insultos y las pancartas en contra del magnate Dietmar Hopp, accionista mayoritario del equipo local, por parte de los aficionados del club de Múnich.
El lamentable episodio ha tenido una contundente respuesta por los propios jugadores del Bayern, que no han dudado en encararse con sus propios aficionados y recriminarles la actitud. El colegiado paró el partido durante unos minutos ante los graves insultos de los radicales del conjunto bávaro.
A ese sector de la grada se acercaron varios jugadores del Bayern junto al exportero y actual directivo Oliver Kahn. Con el apoyo del presidente, Karl-Heinz Rummenigge, entre todos han tratado de calmar los cánticos polémicos.
Transcurrido más de un cuarto de hora, con ambos equipos en el túnel de vestuarios y dilucidando qué hacer con los árbitros, los futbolistas saltaron de nuevo al césped del PreZero Arena para agotar el tiempo que faltaba simplemente pasándose el balón y escenificando de manera conjunta su protesta entre aplausos del resto del estadio.