Champions League
El 1 de junio se disuelve en Wembley la dupla que ha dirigido esta década prodigiosa del Real Madrid.
Qué difícil es despedirse a tiempo de algo que amas, dejar atrás un trabajo que te hace infeliz o poner fin a una relación tóxica. Existen múltiples hipótesis sobre cómo decir adiós; aprender a soltar, lo llaman ahora. Dicen que el tiempo todo lo cura, que todo final constituye un nuevo principio, que nunca choveu que non escampara, que dejarse llevar suena demasiado bien... Son tiempos líquidos y vivimos inmersos en atracones sociales que luego no perduran, ya sabéis.
A propósito de este engorroso asunto de las despedidas, siempre he sentido debilidad por ese arcano que es el final de 'Lost in Translation'. ¿Qué narices le susurra Bill Murray a Scarlett Johansson cuando se separan? Desde su estreno en 2003 no han parado de surgir teorías sobre las últimas palabras de Bob a Charlotte: desde "te voy a echar de menos" a "me tengo que ir, pero no dejaré que eso se interponga entre nosotros. ¿Vale?". Qué peliculón, vaya.
El caso es que Toni Kroos se retira y a muchos nos parece contranatural. La carrera de un futbolista es demasiado corta y a éste no se le recuerda una temporada mala: ha acertado el 94% de los pases que ha intentado. Apenas tiene 34 años y podría seguir siendo titular en el Real Madrid, alargando su leyenda en definitiva. Sin embargo, opta por colgar las botas y, aún más inconcebible, cumplir la palabra dada al irse en lo más alto. "Es un tío con huevos", le definió Carlo Ancelotti. Tal cual.
Y me pregunto: ¿qué le susurró Modric a Kroos cuando fue sustituido en el minuto 86 ante el Real Betis? Era el último partido del alemán en el Santiago Bernabéu y fue el primero en acercársele. Son dos divinidades blancas, los jodidos Batman y Robin del centro del campo, el ying y el yang de esta década prodigiosa. Luka parece que elegirá un adiós menos prosaico: cuando el año que viene mire a su izquierda, ya nunca estará ahí Toni. Con su retirada también se disuelve este binomio que se antojaba inseparable: "Better together", dijo una vez el de Zadar.
No todos los futbolistas terminan ganando cinco Champions League, igual que no todos los días acabas en un karaoke de Tokio con Scarlett. Lo bueno es que Sofia Coppola nunca revelará esa última línea de guión y ahí nos dejó la mejor respuesta: ocurre lo que quieras que ocurra, Murray le dice lo que tú imaginaste en ese momento... y ese es sin duda el mejor final. Yo creo que volvieron a quedar, esta vez en Los Ángeles y, quién sabe, a lo mejor se enrollaron o simplemente fueron a cenar al Bubba Gump Shrimp Co. del muelle de Santa Mónica.
Diría que Modric la otra noche emplazó a Kroos a ganar la Decimoquinta Copa de Europa: "Antonio, aún nos queda un último baile este sábado en Wembley, vamos al lío". O quizá le invitó a hacer como él y quedarse un añito más en el club de su vida: "Igual hasta conquistamos la Decimosexta, que viene Kylian". Porque tan encomiable es decir adiós en tu prime, a lo Kroos, como aceptar un nuevo rol y seguir intentándolo una y otra vez, a lo Modric. Los finales abiertos molan. En fin, odio las despedidas.
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