Fútbol juvenil
Varios aficionados invadieron el campo y uno de ellos agredió a uno de los jugadores.
Ha ocurrido en un partido de final de liga en la que ambos equipos se jugaban el ascenso a la categoría superior. Se enfrentaban el SV Valleseco Terminales Canarios y el CD César Casariego, ambos de la categoría juvenil y los dos vecinos de Santa Cruz de Tenerife. El que ganara el encuentro, se hacía con la liga y subía de categoría. La tensión estaba servida antes incluso de que comenzara el partido. Para garantizar las condiciones adecuadas tanto para la afición como para los jugadores, el enfrentamiento se celebró en un campo neutro.
El partido comenzó tranquilo aunque con las dos aficiones muy animadas, tanto por parte de los padres como de los niños, que además de rivales son amigos y en muchos casos compañeros de instituto. El SV Valleseco se adelantó en el marcador con el primer gol todavía en la primera parte del partido. Todavía en los primeros minutos el arbitro pitó una falta con la que el entrenador del CD César Casariego no estaba de acuerdo y por la que protestó ante el colegiado. Esto le valió una tarjeta roja que lo sacó del campo.
“Ahí comenzaron los problemas porque en lugar de abandonar el recinto, el entrenador decidió quedarse en la banda, junto a los aficionados desde donde siguió dirigiendo a su equipo”, así nos relata el inicio de la trifulca Isauro Rodríguez López, el presidente del CD César Casariego. “Él tenía que haberse marchado para evitar problemas. Nosotros no estamos de acuerdo con la tarjeta roja que supuso su expulsión, pero ya que estaba expulsado, el árbitro tenía que haberle obligado a irse. Quedarse allí caldeó mucho a la afición del equipo contrario pero yo estaba con él y puedo confirmar que en ningún momento hubo insultos ni amenazas ni al árbitro y a la afición”, prosigue el presidente.
Y sin su entrenador de apoyo el equipo marca el gol del empate. Minutos después el rival marca el gol que le daría la victoria y fue entonces cuando comenzó la trifulca en el campo. Uno de los jugadores del Casariego, que ese día no estaba en la alineación, pero sí en la grada, salta al césped y le propina varias patadas a un jugador del equipo contrario. Inmediatamente varios aficionados se lanzan también al campo, unos para intentar pararlo y otros para celebrar el gol.
Ante esta situación el árbitro llamó a la policía, que se personó inmediatamente en el recinto. Aunque la trifulca no llegó a mayores y ambas aficiones relajaron el ambiente minutos después, los agentes de la Policía Nacional escoltaron al trío arbitral en la salida para garantizar su seguridad.
Hay que tener en cuenta que la invasión del campo por parte de las aficiones está prohibida en los partidos, pero aun así suele ocurrir especialmente en partidos de niños y en campos pequeños. “Debemos tener en cuenta que son niños y que muchos se acercan a la grada a celebrar los goles con sus padres y sus compañeros, tampoco podemos prohibirles que disfruten”. Reconoce que en los partidos de finales, como el del pasado domingo, hay mucha tensión porque se jugaban el ascenso de categoría. Aún así no hubo ningún problema entre las aficiones una vez finalizado el encuentro.
Desde el CD César Casariego aseguran estar comprometidos con el juego limpio y con la eliminación de la violencia de los campos de fútbol y han tomado una medida drástica ante esta situación ya que han decidido expulsar a este jugador del club con carácter inmediato. “No podemos permitir este tipo de acciones y debemos hacer entender a los chicos con los que entrenamos que eso no es deporte, por eso debemos tomar medidas que sean ejemplarizantes para ellos. Más aún cuando tenemos más de 150 deportistas que salen cada semana al campo a disfrutar de este deporte”, asegura Isauro.
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