Caso Dani Alves
Tras la rescisión de contrato por parte del Pumas mexicano, al menos tres empresas han suspendido los patrocinios que tenía con Dani Alves. La defensa del futbolista alega, como una de las razones para su puesta en libertad, que ya no dispone del "músculo económico" que podía facilitar su huida.
La "capacidad económica" de Dani Alves, una estrella del fútbol internacional, fue uno de los argumentos por los que la jueza ordenó prisión provisional para el jugador hace trece días. Esa capacidad financiera podría facilitar, en opinión de la magistrada, una hipotética fuga del deportista para evitar la acción de la Justicia. En su recurso contra el auto de prisión, el abogado del jugador señala ahora que esa circunstancia se ha reducido porque tres empresas, además del propio club de fútbol en el que jugaba, han rescindido sus contratos de patrocinio con Alves. "Y serán más durante los próximos días y semanas", se aventura a prever el letrado.
El "Pumas", el equipo mexicano en el que hasta ahora jugaba Alves, fue el primero en rescindir unilateralmente el contrato con el jugador. Lo hizo públicamente y sólo tres días después de su ingreso en prisión acusado de la agresión sexual a una joven de 23 años. Ahora, a través del recurso de apelación contra esa orden de prisión que ha presentado Cristóbal Martell, abogado de Alves, sabemos que otras tres empresas han puesto fin a su relación profesional con Alves. Son la compañía 1xPartner, de apuestas deportivas; Hygia Saúde, una empresa brasileña de servicios financieros y seguros; y la compañía Ethika, una marca de ropa. Las tres cancelaron sus contratos de patrocinio en los días posteriores al encarcelamiento de Alves.
El músculo económico
Además, Alves tenía un contrato desde 2019 con Adidas de Brasil que finalizó el 18 de enero, como estaba previsto, y no ha sido renovado. Por todo ello, Martell, en su recurso, señala que "ha desaparecido el músculo económico" de Alves que podría haberle facilitado una posible fuga. Eso sí, reconoce no tener datos del patrimonio del que puede disponer el futbolista tras muchos años en la élite del fútbol. Estas dificultades económicas, unidas a su arraigo en Barcelona, donde tienen su domicilio Alves y su esposa, y al hecho de que se presentó voluntariamente ante los Mossos d'Esquadra tras viajar desde México, son algunos de los argumentos que el letrado expone para descartar el riesgo de fuga y pedir la libertad del futbolista bajo las medidas cautelares que la jueza pudiera acordar.
En el recurso de apelación, sobre el que debe decidir la Audiencia Provincial de Barcelona y no la jueza instructora, la defensa de Alves expone sus dudas sobre la versión que la presunta víctima da en la declaración en la que denuncia la agresión sexual. "Determinados elementos probatorios que no son tan evidentes, contundentes o devastadores como tendenciosamente apunta el atestado", señala el recurso en una poco velada crítica a los Mossos d'Esquadra. Las dudas expresadas por el abogado en el legítimo derecho de defensa se basa en la visión de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la discoteca Sutton, de Barcelona, donde ocurrieron los hechos.
La declaración de la víctima
El recurso recoge algunas frases de la declaración de la denunciante al describir la situación previa a la presunta agresión. "Estábamos muy apartados", "me colapsé, empecé a tener mucho miedo y, sin que pasara nada, pensé ¿y si me pone algo en la bebida?, "Y si me voy ahora de aquí y al salir nos cogen o algo?". La defensa de Alves señala que en las imágenes "durante 20 largos minutos se observa a un grupo de cinco personas departiendo de un modo lúdico y festivo". Esas cinco personas son Alves, un amigo, la denunciante, una prima de ella y una amiga. El letrado señala que lo que se ve "dista mucho en ser el contexto y escenario de 'intimidación ambiental' (...) como para doblegar la capacidad de autodeterminación de la víctima". Según los abogados de Alves, la víctima describe esos momentos previos como "un clima de terror, pavor o microcosmos de dominación, escenario que las imágenes desmienten del modo más radical", se lee en el recurso.
Los letrados añaden que el jugador entra solo en el baño donde ocurre la supuesta agresión y que dos minutos después entra la mujer denunciante "sin que Dani Alves le franquee el paso o le abra la puerta". En su denuncia, la supuesta víctima nunca dice que fuera obligada a entrar por la fuerza en ese baño donde, según ella, minutos después el jugador la habría golpeado y agredido sexualmente.
La Audiencia de Barcelona decidirá
Lo ocurrido en el baño no quedó grabado porque en esa zona no puede haber cámaras. La defensa de Alves utiliza esas supuestas discrepancias entre lo relatado por la mujer y lo que se ve en las imágenes de los momentos anteriores para "dudar razonablemente de que también su relato de lo acontecido en la soledad de la pareja en el baño pueda estar adornado de idénticos elementos de distorsión narrativa", señala textualmente el recurso presentado ante la Audiencia.
Ahora deben ser la Fiscalía y la abogada de la víctima quienes presenten sus respectivos escritos de respuesta a lo alegado por la defensa del jugador. Y será una Sala de la Audiencia Provincial de Barcelona quien decida, tras estudiar todo lo remitido por la jueza, si Alves debe seguir en prisión provisional o quedar en libertad mientras continúa la investigación judicial del caso.