drogas, prostitución y malos tratos
Mariana Nannis, con quien el exfutbolista Claudio Caniggia tiene tres hijos (Charlotte, Alex y Axel), concedió una entrevista el pasado domingo a a la periodista argentina Susana Giménez.
"¿Te hizo perder un embarazo?", fue una de las preguntas de la presentadora. Mariana contestó con un tajante "sí": "Me empujó contra un auto porque no le dejé entrar en casa. Venía nervioso y le dije que así no entraba, que mi casa se respetaba... Yo no consumo drogas, mis hijos tampoco. Le dije: '¡Si quieres drogarte, vete a un puticlub!'".
"Al día siguiente vino mi masajista y mientras me hacía el masaje, empecé a sentir las piernas calientes. Cuando miré, estaba llena de sangre", narró la expareja del futbolista de Boca Juniors, Roma o River Plate. Asegura que entonces Caniggia le contestó que era "una de esas hijas de p... que se hacen las víctimas".
Sobre dicho aborto, Mariana relata que le hicieron "un aspirado sin anestesia, que no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Estuve 40 días tirada en una cama y en 40 días no vino a verme”.
"Hoy tendría un hijo de 12 años. Me empujó por un paquete de cocaína. No le importó que estuviera embarazada de dos meses y medio. Él mató a mi bebé, porque sino hoy tendría un hijo", contó la mujer.
Caniggia conestó a su esposa en redes sociales con un este comunicado.
"Este es un momento doloroso. Para mí y para mis hijos y quiero suponer que para su madre tampoco debe ser grato esta clase de exposición y vergüenza que ella promueve. Mi vida ha sido siempre lo que es ahora. Absolutamente transparente. No tengo que ocultar ninguna conducta objetable. Lo mío ha sido siempre el trabajo, el ir de frente y el mismo perfil que voy a seguir manteniendo. Me duele en el alma que un gran amor termine en este show grotesco del que no pienso formar parte. Quizá por eso creo necesario que a través de ayuda profesional se trate de establecer qué le ha pasado, en que curva emocional acaso haya perdido la estabilidad psíquica que hace que se comporte de esta manera tan dolorosa para sus hijos y para mí. Este es un razonamiento que fluye del más elemental sentido común que por ello comparten las personas que me conocen y la conocen. Y es la conclusión a la que llegan las personas que desde afuera asisten a este espectáculo patético. Quizá la pericia de quienes tienen el conocimiento necesario para estudiar la mente humana tengan la respuesta. Más allá de esto yo seguiré siendo quién soy y haré lo que le corresponde".