Argentina
La familia del jugador denuncia el acoso que recibió Tapón en redes: "Hasta acá llegué", fue uno de los últimos mensajes del argentino. Un hermano suyo asegura que estaba siendo chantajeado por el árbitro.
Williams Alexander Tapón, futbolista del Cortada FC de 24 años, se ha suicidado varios días después de agredir y propinar una fuerte patada en la cabeza a un árbitro. Fue una acción antideportiva y muy violenta que generó muchos comentarios y críticas al futbolista argentino en las redes sociales.
Todo sucedió en un partido que se disputó el pasado sábado en Sarandí, ciudad de la zona sur del área metropolitana de Buenos Aires. Alexander Tapón perdió los nervios y acudió corriendo a agredir al árbitro Ariel Paniagua después de una decisión en contra del Cortada FC.
El futbolista le propinó tres puñetazos al colegiado que terminaron tumbándole y ya en el suelo volvió a recibir una fortísima patada en la cara que le dejó inconsciente. Fue tal la gravedad de los golpes que una ambulancia tuvo que trasladar al árbitro al hospital Presidente Perón de Avellaneda, dónde se recuperó tras varias horas: "Gracias a Dios estoy en casa, recuperándome de a poco. Me pudo haber matado, hoy mi familia me podría estar velando", aseguró.
Por otra parte, la familia del futbolista ha criticado la presión social que recibió durante esos días y aprovechó para dar a conocer uno de los últimos mensajes de Alexander Tapón: "Hasta acá llegué". "Sí, es así. Mi hermano se suicidó por toda la mierda... que le estaban haciendo, por todo lo que lo estaban acusando, lo estamos llevando a la morgue, mi hermano se suicidó", expresó enfadada una de las hermanas.
Williams Alexander Tapón, por lo tanto, había sido detenido e imputado por el delito de "homicidio agravado por alevosía en grado de tentativa en el contexto de un espectáculo deportivo", por el que tenía que declarar en los próximos días. Pese a todo, no era la única causa en la que aparecía su nombre. Más tarde, otro de los hermanos del fallecido, Edgardo Tapón, acusó al árbitro de estar presionando, intimidando y chantajeando al futbolista: "Horas antes de que se quitara la vida, recibió una llamada del árbitro exigiéndole una suma de dinero determinada para poder retirar la denuncia que iba a iniciar...
"Lo llamó tipo tres de la tarde y le dijo que sabía todo lo que hacía, que él hacía x, x y x. lo intentó chantajear. En todos los partidos amateur hay un William que provocan ustedes, así que el único culpable acá es la ambición. Solo le importa la plata, un billete de diez pesos. Le pidió 300 mil pesos. Esa era su felicidad. Eso le importaba. Nada más", aclaró el hermano del fallecido. Sin duda, un desenlace trágico que tiene conmocionado a gran parte del mundo del fútbol en Argentina.