IDA OCTAVOS EUROPA LEAGUE | BASILEA 0 - 0 SEVILLA
El Sevilla no ha sido capaz de penetrar la férrea defensa del Basilea (0-0), en un duelo poco vistoso, en el que el poderío aéreo no fue suficiente para desequilibrar la eliminatoria en la ida de los octavos de final de la Europa League disputada en St.Jakob Park, donde el vigente campeón alargó su gafe a domicilio.
El conjunto andaluz se presentó sobre el césped que albergará la final de la competición este año con varias rondas de antelación. En su primera visita a tierras suizas este año, con la posibilidad de retorno para el último duelo, el conjunto nervionense fue víctima de un entramado defensivo que imposibilitó el juego combinativo.
Ante el cerrojo planteado por los de Urs Fischer, los duelos aéreos en las áreas adquirieron un protagonismo vital, reforzado aún más con las múltiples interrupciones en forma de falta que acontecieron sobre el impecable césped alpino. Los sevillanos se acogieron a estas acciones a balón parado para generar peligro, buscando con insistencia a Coke y N'Zonzi, en un partido que parecía que se decidiría por mera cuestión de centímetros.
El Basilea, conforme
Los locales, a pesar de dejar la iniciativa al cuadro hispalense, no permitieron que los jugadores de Unai Emery jugaran con comodidad y tranquilidad, intentando devolverle las ocasiones al Sevilla con la misma moneda, tomando la cabeza del gigantón Janko como principal baza ofensiva.
Las múltiples paradas propiciadas por la intensidad en defensa les jugaron una mala pasada a los jugadores de mayor calidad técnica, inmersos en la previsibilidad del juego que desvaneció la claridad en ataque. El Sevilla, dueño y señor de la posesión, llevó el peso del partido, pero pecó de falta de ideas en una primera mitad espesa.
El Basilea se mostró conforme con el resultado y no escondió su deseo de mantener el 0-0, encerrándose en su propia área, dando algún que otro coletazo a modo de contragolpe, eso sí, con cuentagotas. Algunas de estas internadas llegaron a finalizarse con rapidez, a pesar de que la falta de puntería en los disparos no consiguió inquietar la meta del canterano David Soria, este jueves portero de circunstancias debido a la baja por lesión de Sergio Rico.
No lo conseguía de ninguna manera
Entre el cansancio y la frustración ante los continuos choques contra el muro suizo, el Sevilla perdió cierta presencia, lo que favoreció a una soltura rival hasta entonces inexistente. El resultado de esta situación fueron unos minutos finales en el que ambos conjuntos gozaron de oportunidades para romper la equidad en la eliminatoria, un gol que supondría un gran paso en la competición para los favorecidos y un duro mazazo para quien lo sufriera, sin apenas tiempo de reacción.
Konoplyanka, entrado en la segunda mitad, estuvo muy participativo, reivindicando su puesto en el 'once' y obcecándose en el tanto que otorgara ventaja a los hispalenses. Sin embargo, las intentonas no encontraron suerte y, de hecho, los españoles dispusieron de un tramo final en el que la expulsión de N'Zonzi les obligó a embotellarse en campo propio.
Todo por decidir
El fantasma sevillista fuera de casa les persiguió también en Europa, siendo incapaces de sobreponerse a una pésima racha como visitante, un rol en el que en Liga aún no han conseguido estrenar su casillero de victorias. El idilio entre el Sevilla y la Europa League dependerá de lo que dicte el Sánchez Pizjuán, que dictará sentencia después del trabado choque de la ida.
Por el bando suizo, el equipo acabó a gusto con el resultado final, siguiendo los pasos de un plan en el que un único tanto en la capital andaluza supondría una ventaja doble, una misión de extrema complicación por lo visto esta temporada.