"ES UNA CUESTIÓN DE DERECHOS HUMANOS"
Sahar Kodayari únicamente quería asistir a un partido de fútbol, fiel aficionada del Esteghal Teherán, quiso animar a su equipo en el estadio Asadi de la capital. Sin embargo, en Irán está prohibida la entrada a las mujeres en un estadio de fútbol y, así, fue posteriormente detenida.
La imagen es dolorosa. La joven iraní, aficionada al fútbol, se prendió fuego después de rociarse de gasolina hace una semana, en señal de protesta por la prohibición que pesa sobre el género femenino, al no poder ir a disfrutar del fútbol.
El mero hecho de ser mujer, hizo que Sahar Kodayari, fuese detenida en el estadio Asadi de la capital iraní, cuando estaba animando a su equipo de fútbol preferido. Tras ello, fue condenada a seis meses de cárcel por insultar presuntamente a un policía.
Aunque fue puesta en libertad bajo fianza de forma inicial, el veredicto fue confirmado hace una semana, por lo que la joven se prendió fuego ante el tribunal en señal de protesta, un acto que ha dado la vuelta al mundo.
Con el 90% de su cuerpo quemado, la joven murió días después, prefiriendo eso antes de volver a la cárcel. Desde Paul Pogba, hasta la estrella del futuro Real Madrid femenino, Kosovare Asllani, el mundo del fútbol ha querido mostrar su apoyo y denunciar esta situación.
Por eso se pide a la FIFA que castigue a Irán excluyéndola de competiciones internacionales y se deje de declaraciones hipócritas, como esta de su presidente en su última visita a Irán: "El fútbol debería ser para todo el mundo en Irán y en Arabia saudí".
Sahar es ya una mártir en las red, que se ha llenado de homenajes y de preguntas:
¿Por qué mientras aplaudimos que un equipo arbitral femenino pite la Supercopa de Europa masculina se sigue consintiendo que una mujer no pueda entrar a ver un partido en Irán?