DEJA LA COPA EN SEGUNDO PLANO
El entrenador del Sevilla, el argentino Jorge Sampaoli, aseguró que su equipo hará ante el Real Madrid "un partido para soñar con la remontada", ya que deberá hacer frente en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey al 3-0 sufrido en la ida. Sampaoli, en una conferencia de prensa tras el entrenamiento que dirigió en la ciudad deportiva del club hispalense, advirtió que si bien "hay realidades" como el marcador adverso, espera que el Sevilla "tenga opciones" ante "el gran rival del momento", un equipo que "ahora mismo, le gana a todos".
"Trato de ser sensato, pero tenemos la ilusión intacta de hacer un buen juego el jueves y que le demos a la gente lo que quiere ver. No hago promesas que no se pueden cumplir, pero ojalá tengamos una buena noche para hacer un gran partido ante uno de los mejores equipos del mundo", añadió.
Eso sí, Sampaoli ha asegurado que el encuentro que considera de vital importancia es el de Liga, cuando volverá a medirse a los madridistas con el objetivo de recortar puntos por el liderato: "Es como una final. Podemos acortar la distancia en el Pizjuán".
Sampaoli anunció que el defensa francés Clement Lenglet, fichado la pasada semana del Nancy de su país, "será parte del juego en la Copa" porque se trata de un jugador que permite "formar con tres centrales. El equipo se siente cómodo con ese dibujo" porque lo "hace más sólido", argumentó.
El otro refuerzo invernal, el delantero montenegrino Stevan Jovetic, presentado procedente del Inter de Milán italiano, debe "mantener una conversación" con su entrenador para "ver si juega" el jueves. Al respecto, Sampaoli advirtió que no lo ve "caído en una banda", sino "como segunda punta o un punta solo, como juega en su selección", puestos en los que puede "aportar muchas cosas".
El argentino ignora "si se podrá modificar más la plantilla hasta finales de enero" pero apuntó que "será difícil que venga nadie más" porque "el grupo está respondiendo", a pesar de que debido a la operación del defensa portugués Daniel Carriço "se pensó en un central".